Pelotón. Gregario.
Pájara. Rompepiernas. Serpiente multicolor. Avituallamiento. Meta volante.
Sprint final. Estas
palabras han desaparecido de mi léxico, puesto que hace años que no veo La
Vuelta a España, el Tour de Francia o el Giro de Italia. Doping. Bueno, esta palabra en los tiempos de Perico Delgado y
Miguel Induráin no existía (o hacían que no existía).
Supongo que no soy el único que tiene estos recuerdos de la
Vuelta a España:
-Si llegaba a tu ciudad ese día no había clase por la tarde.
-Ibas con una libreta a la zona de meta (o a la puerta de los
hoteles) a que te firmaran autógrafos, aunque ni supieras quiénes eran los
ciclistas.
-Intentabas conseguir todo el merchandising posible. Entonces no se usaba esta palabra, sino a ver qué dan. Así tu habitación se
llenaba de lo que daban de marcas
asociadas a las vueltas ochenteras y noventeras como BH, Banesto, Kas, Kelme,
Seguros Amaya, etc.
-Con un poco de suerte, alguno de tu clase era primo o tal de
grandes nombres del ciclismo de hace unos años: Lale Cubino, Álvaro Pino,
Julián Gorospe, Melcior Mauri, Peio Ruiz Cabestany, Iñaki Lejarreta, etc.
Mencionar estos nombres es como con los compis de EGB, BUP o COU. Les pones
nombre, pero apenas te viene su cara a la memoria.