- ¿Hay antecedentes artísticos en tu familia?
No, la verdad
es que no. Mi madre era peluquera y mi padre representante de una marca de
vinos de Montilla. Así que no me viene de familia.
- ¿Cuándo y cómo decidiste dedicarte al espectáculo?¿Cómo fue el cambio de tu Montilla natal, en Córdoba, a Madrid?
Lo decidí muy
joven, desde siempre sentí que era lo mío. A los 16 años abandoné los estudios
superiores y me matriculé en la RESAD de Madrid, para estudiar interpretación. Vine
a Madrid muy pequeño, con 4 años, no lo recuerdo muy bien.
- Tu formación se produjo en la RESAD, en la especialidad de interpretación textual. ¿Ya te interesaba entonces escribir o sólo actuar?
Yo escribo
desde que tengo uso de razón, siempre he estado ligado a la escritura. Pero
cuando comencé a trabajar como actor lo deje de lado. No lo retomé hasta 1992,
cuando comencé a escribir para Farmacia
de guardia.
4.
¿Hay alguien relacionado con tus estudios de
interpretación que te apetezca mencionar (compañeros de estudios, profesores,
alguien que se haya quedado en el camino, etc.)?
En mi promoción había unos compañeros y amigos estupendos que siguen
trabajando a día de hoy: Ángeles Martín, Alberto Jiménez, Ignacio García May,
Rafael Garrigos, etc... Mi profesor de interpretación fue Jorge Eines, le debo
mucho, me enseñó muchas cosas importantes.
- Tus inicios se produjeron delante de las cámaras, más como presentador que como actor, por ejemplo, en la segunda etapa del programa 3, 2, 1... contacto, junto a Silvia Ruiz (Televisión Española, 1990-1992). ¿Qué recuerdas de este debut?
Lo recuerdo con
mucho cariño. Era un equipo de profesionales fabuloso. Viajamos por toda
Europa, haciendo reportajes científicos. Lo pasamos muy bien. ¡Yo era muy joven!
- Continuaste con otros programas pensados para el público infantil y juvenil como Juguemos al trivial (Televisión Española, 1992) y ¿Dónde se esconde Carmen Sandiego? (Televisión Española, 1995). ¿Cómo fueron estos trabajos? ¿Pensabas entonces sólo dedicarte a ese tipo de público?
Nunca he
planificado mi carrera en esos términos.
Me fueron ofreciendo trabajos, me parecieron interesantes y los hice. De
todo aprendí y de todo me siento orgulloso. La verdad es que recuerdo que lo
pasaba muy bien interpretando tantos personajes diferentes.
- ¿Cómo se produjo el cambio de estos productos a otros más adultos como Enróllate, junto a Javier Capitán (Telecinco, 1998)? ¿Por qué a partir de aquí dejaste de presentar programas?
Me dejó de
interesar tanto actuar y presentar. Mi facete de guionista y autor iba cobrando
importancia y me fui decantando por ella poco a poco.
- Tu labor de actor se ciñe en casi todos tus trabajos a la segunda mitad de los años 90, con papeles episódicos en algunas series, algunas de las cuales fuiste guionista (Farmacia de guardia, Unisex, A las once en casa, etc.). ¿No has echado de menos en tu carrera actuar más, pues fue tu especialidad en tu etapa de estudiante?
¡No lo echo de menos en absoluto!
De vez en cuando hago algún corto, que me ofrece algún amigo (el último se
llama Hienas y está dirigido por un
joven actor y director con mucho talento, Rafa Peralta). Pero lo vivo como algo
excepcional y ocasional, nunca volvería a ser actor. Es una etapa de mi vida
que cerré.
- Un papel como actor al que parte del público te asocia es el del profesor de inglés que se deja seducir por su alumno de clases particulares en el corto En malas compañías (Antonio Hens, 2000). ¿Cómo entraste en ese proyecto? ¿Cómo fue el rodaje?
¡Aún me siguen
reconociendo por eso, es increíble! Fue un corto rompedor en aquel momento.
Antonio Hens supo plasmar muy bien las angustias de un joven adolescente gay y
como su vida se pone patas arriba (literalmente) cuando sus padres se enteran.
Entré en el proyecto porque conocía a Antonio Hens de la época de la serie Unisex. Es un director con gran talento,
me gusta mucho colaborar con él.
- Uno de tus últimos trabajos como actor fue en el teatro, junto a Miriam Díaz Aroca, en tu obra Voces a escena (2011). ¿Cómo fue esta obra?
Bueno, ahí me
limitaba a leer las acotaciones de mi monólogo Adrenalina, feniletamína, oxitocína y otras hormonas del amor. El
peso lo llevaba Miriam, que es una actriz maravillosa.
- Empezaste en los guiones televisivos con Farmacia de guardia (Antonio Mercero, Antena 3, 1991-1995). ¿Te interesaban algunas tramas en concreto o dabas especial juego a alguno de sus personajes secundarios recurrentes? ¿Cómo fue empezar en la serie más importante de la televisión de esos años?
Empezar en Farmacia de guardia fue un regalo del
destino. Aprendí todo lo que sé del maestro Antonio Mercero. Ahí estaban
algunos de los mejores guionistas de este país (Ignacio del Moral, Eduardo
Ladrón de Guevara, Yolanda García Serrano, Daniel Sánchez Arévalo, etc). Fue un
periodo maravilloso. Todos los personajes de la serie eran fabulosos, no tenía
problema en darles tramas a uno o a otros. Aunque he de reconocer que sentía
debilidad por el personaje de ayudante de farmacia [Reyes/Queen] que
interpretaba maravillosamente África Gozalbes.
- Además de escribir sus guiones, fuiste coordinador de una serie de la que hay poca información, Cafe con leche (Miguel Hermoso, TVE, 1998). Tal vez fue demasiado moderna para la época, por dar el protagonismo al movimiento migratorio que después sería más común en series de televisión. ¿Qué recuerdas de este trabajo?
Recuerdo sobre todo mi tremenda
admiración por Miguel Hermoso, con el que
he colaborado en muchas ocasiones y que es uno de los nombres clave en mi
carrera. Era una serie muy bien hecha, con un gran reparto (el gran José Luis
López Vázquez entre otros) y producida por José Frade. Quizá sí que es verdad
que fue una serie avanzada a su época.
- También fuiste coordinador de otra serie (Ellas son así, Chus Guitérrez, Telecinco, 1999), de la que había muchas expectativas, por su gran reparto (Maribel Verdú, María Barranco, María Adánez, Neus Asensi), pero que finalmente pasó más desapercebida. ¿Qué fue para ti trabajar escribiendo una serie protagonizada por mujeres y empezar a colaborar con Chus Guitérrez?
Chus es mi amiga y mi hermana. He
hecho con ella esta serie, dos películas y espero colaborar mucho más. Tiene un
talento inmenso y es una persona maravillosa. Ellas son así es una de las
mejores series que en las que he
trabajado. Tuvo muchos fans e hicimos 26 episodios. Pero bueno, las cosas no
siempre duran...
- Como guionista de cine empezaste con dos comedias juveniles como Slam (Miguel Martí, 2003) y Fin de curso (Miguel Martí, 2004). ¿Cómo fue preparar esos trabajos? ¿Te ofrecieron continuar con más guiones de ese estilo?
La productora Morena films me contrató para comenzar una serie de películas de este estilo "juvenil-gamberro". Me divirtió mucho entrar en el género, pero luego todos quisimos afrontar otro tipo de cosas. De hecho, hice con ellos años después Bon appétit.
- Un guión que tuvo, tal vez, mayor difusión fue el de El calentito (Chus Gutiérrez, 2005), en el que por tu edad, hablaste de un período que viviste más como adolescente que como joven, el golpe de estado de 1981 (ya que naciste en 1967). ¿Cómo te documentaste para este trabajo?
Vimos muchas películas, leímos mucho sobre ese momento, hicimos entrevistas. Fue una documentación muy enriquecedora y que me hizo valorar mucho más la importancia de la transición española, un momento ejemplar que debemos valorar.
- Repetiste con Chus Gutiérrez en el guión de Retorno a Mansala (Chus Gutiérrez, 2008). Cambias de nuevo de registro, al ser esta película un drama sobre la inmigración. ¿Cómo fue trabajar esta segunda vez en cine con Chus Gutiérrez?
Ya te he dicho
antes. Trabajar con Chus es trabajar con mi familia. Sencillamente la adoro.
Fue un trabajo del que me siento muy orgulloso, Es una gran película.
- Bon appétit (David Pinillos, 2010) supone otro cambio de registro: en este ocasión, con un guión centrado en Zúrich en una coproducción de varios países. ¿Supuso ese guión más interés por otros directores de cine europeos o un intento por llegar a otros países?
Mi interés
siempre radica en emocionar al público. Y aquí David Pinillos consiguió el
objetivo, dirigiendo la película con una sensibilidad extraordinaria. Paco
Cabezas, el otro guionista, aportó muchísimo a la historia. Y al público de España
y otros países le gustó. Así que estupendo.
- Llevas ya un tiempo centrado en la escritura de teatro, donde tu trabajo ha cruzado fronteras y tus obras han sido traducidas a varias lenguas y estrenadas en diversos países (por mencionar algunas de las últimas: Esta noche no estoy para nadie, El manual de la buena esposa, Concha. Yo lo que quiero es bailar, etc.). ¿Cómo llevas el haber pasado de delante de las cámaras a ser únicamente el creador, sin interpretar?
¡Lo llevo muy bien! Estoy feliz y
me siento muy creativo. Es maravilloso pasar al otro lado y confiar la tarea de
dar la cara a actores tan cualificados y talentosos como los que he tenido la
suerte de tener en mis obras, ya sea en España o en el resto del mundo. Hoy en
día no hay fronteras para el arte, eso es una gran suerte.
- ¿Qué supone para ti que ahora mismo varias de tus obras estén en cartel? (Las heridas del viento, Esta noche no estoy para nadie, El manual de la buena esposa)
Una fortuna
inmensa. Son trabajos muy diferentes pero que están llegando al público. Me
siento un privilegiado de poder estrenar tanto.
- A la hora de escribir obras de teatro, ¿tienes en la cabeza a alguna actriz o actor que te guíe a la hora de caracterizar al personaje? ¿Quieres mencionar a algún actor que sea importante en tu labor como dramaturgo o director de teatro?
El actor que
más ha influido en mi carrera ha sido sin duda Juan Luis Galiardo. A él le
escribí dos obras 10 y Humo y fue mi amigo y mi mentor. Le recuerdo cada día. Y
mi gran musa teatral es Kiti Mánver, al mejor actriz del universo. Llevamos
juntos ocho años y cinco montajes ¡Y lo que nos queda! La quiero en todo lo que
haga.
- Tus direcciones de obras de teatro también son abundantes (Ocasiones especiales, Razas, Humo, Arizona, Tres, 100m2, etc.). ¿No te entran ganas alguna vez de subirte al escenario?
¡Nunca!
Prefiero ver a mis actores hacerlo tan bien como lo hacen. No lo echo de menos.
- ¿Has aparcado por completo tu labor de presentador o actor en productos de larga duración o volverás a actuar o presentar?
Ahora hago una
colaboración en Las heridas del viento.
Pero no soy un actor, soy el autor que habla con el público. Mi carrera de presentador está absolutamente
aparcada.
- Siempre que leo entrevistas de actores o personas relacionadas con el mundo del espectáculo me quedo con ganas de saber qué pruebas de cásting no superaste, o que trabajos no pudiste hacer por incompatibilidad con otros, algo que rechazaras, etc. Aprovecha para desvelarnos algo...
¡Hay tantas! Me han rechazado muchas más veces que aceptado. ¡Pero esa es
la vida del artista!
- Si se ha quedado algo en el tintero, ¡dispara!
También participó en sketches de Vip Noche con Emilio Aragón, Paloma Cela, Juan Carlos Martín y Ángeles Martín...
ResponderEliminarFelicidades por la entrevista.