1. Te formaste como actor en la Academy of Arts en
tu Albania natal. ¿Cómo es la producción de cine y televisión en tu país de
origen? ¿Hay trabajo continuo en series de televisión, cine y teatro o es más
difícil labrarse una carrera estable?
Cuando yo termine
los estudios en la Academia de las Artes (el equivalente de RESAD), el panorama
audiovisual era casi inexistente. Creo que se hacía una película cada 3 años y
siempre era una coproducción europea. Series nacionales no había y tampoco
había una tradición en eso por diversos factores demográficos, políticos, etc.
Mi única esperanza como actor era el teatro que, aunque padecía la crisis del
postcomunismo, seguía en pie. Hoy en día ha cambiado mucho, ya que hay muchas
televisiones privadas que son mas activas en las producciones audiovisuales.
2. Tras tu formación viviste un tiempo en Dinamarca,
formándote en el European Film College. ¿Por qué este país? ¿Qué diferencias
notaste entre la manera de enseñar la interpretación en Albania y en Dinamarca?
En los 4 años de
la universidad en Albania tuve la gran suerte de tomar clases con profesores
invitados de varios países (británicos, franceses, estadounidenses, etc.).
Incluso hice un taller sobre Shakespeare con Fiona Shaw. Estas experiencias
fueron las que me despertaron las ganas de probar otros caminos. La escuela
albanesa me había dado una base fuerte y sólida, ya que era una derivación de
la escuela rusa de teatro, pero eso no bastaba. Así que emprendí el viaje hacia
Europa. European Film College en Dinamarca, que es una escuela de cine, me dio
la oportunidad de explorar y comprender el mundo audiovisual (se daban clases
de guión, dirección, fotografía, sonido, montaje, etc). Fue una experiencia
maravillosa.
3. A continuación llegaste a España. ¿Cuándo? ¿Por
qué a España? ¿Cómo fueron tus primeros meses? ¿Has tenido en España otros
trabajos que el de actor?
En el festival
de Teatro Experimental del Cairo conocí a María Fernández Ache y a Luis Garban
- los productores y directores de “El Globo Teatro” afincados en Madrid. Hicimos
buenas migas enseguida. Un año mas tarde me propusieron que me fuera a Madrid
para hacer “Woyzcek” -una adaptación de la obra de Büchner con el mismo nombre.
Necesitaban un actor de Europa del Este para el papel principal – Woyczek. Dije
que sí enseguida. No sabia hablar español, pero confiaba en que lo aprendería
sin muchos problemas y, lo mas importante, la obra la conocía bien y me
encantaba. Fueron unos meses llenos de ilusión, ansiedad, alegrías y muy pocas
horas de sueño. Mi espanol escénico no me daba miedo, ya que en el fondo era
ensayado, pero el de la calle era mas complicado. Al final, todo mereció la
pena.
4. La primera vez que te vimos delante de las
cámaras fue como concursante del reality show Estudio de actores (Antena
3, 2002). El programa fue retirado de la programación por su mala audiencia.
¿Tenías muchas esperanzas en el programa? ¿Cómo afrontasteis la cancelación del
programa?
Aquella fue una
experiencia muy peculiar. Este tipo de formato no creo que tenga mucho que ver
con el proceso de trabajo actoral. Es un proceso muy poco “televisivo”. Los
intentos de granhermanizarlo creo que ayudaron a que fracasara. Se aprende
mucho viendo cómo funciona por dentro la “cajita mágica” y la despiadada
realidad de las cifras de audiencia. Conocí gente maravillosa durante aquellas
3 semanas que enseguida me ayudaron para dar el siguiente paso – una película.