Los
nombres propios de las chicas yeyé españolas se suelen reducir a Conchita
Velasco y Karina. Según uno sepa más de este tema, aparecerán más nombres, algunos
de ellos más bien poco conocidos. Entre las chicas yeyé hay de todo, como en
botica: Gelu, Silvana Velasco, Betina, Olympia, María Victoria, Adriángela,
Lita Torelló, Rosalía, Li Morante, Sandra Le Brocq, Tania Velia, Luisita Tenor,
Licia, Marina, Ivana, Nené, etc.
Pocas
de ellas suelen aparecer en la actualidad en los medios. Pero una de las que
más veces ha aparecido en televisión de todas ellas, y también en los últimos
años (por sus papeles en películas típicas de Cine de barrio), es una chica yeyé poco recordada, pero muy
valorada: Marta Baizán.
Es
curioso que una serie como este, más bien localista y no muy original, haya
sido una de las series más vendidas a canales televisivos del mundo y en casi
cada país conozcan la serie policíaca esa del pastor alemán Rex.
Seguramente
sin la presencia de un pastor alemán, Rex, un policía
diferente sería una de esas series policíacas alemanas de la programación
de las mañanas de Cuatro, como Alerta
cobra o El último poli duro, que
pasan por la programación con más pena que gloria. Pero al emitirse Rex, un polícia diferente en las tardes
del domingo por Antena 3 (y luego, por otros canales), casi todo el mundo sabe
quién es ese perro polícia, al igual que en muchos otros países: Austria y
Alemania (al ser una coproducción, en sus primeras temporadas, entre la
austríaca ORF y la alemana Sat 1), Argentina, Australia, Bélgica, Brasil, Bulgaria,
Canadá, Chile, Chipre, Colombia, Croacia, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia,
Finlandia, Francia, Grecia, Holanda, Hungría, Islandia, Italia, Irán, Israel,
Japón, Letonia, Lituania, Macedonia, México, Noruega, Perú, Polonia, Portugal,
Rumanía, Rusia, Suecia, Suiza, Turquía, Reino Unido, República Checa, República
Dominicana, Ucrania, Uruguay, Venezuela, Vietnam...
Tal vez en muchos de estos países sólo hayan visto las primeras temporadas de la serie,
o incluso solamente la primera, en la que se presentaba al perro Rex, junto al policía
Richard Moser (Tobias Moretti) y el inspector Ernst Stockinger (Karl Markovics).
Ya
en las primeras escenas de la serie se ve la importancia que tiene la capital
austríaca Viena como lugar de rodaje de la serie. En el primer capítulo (Estación terminal Viena) se produce la
espectacular explosión en pleno centro de Viena, en el polémico edificio Haas
Haus, justo enfrente de la catedral de San Esteban. Así se inician las
aventuras del perro alemán Rex.
Abundan
otros lugares de rodajes para que la Viena turística y menos turística se luzca
sirviendo de fondo a los casos que tiene que resolver el policía Moser junto a
Rex, como, por ejemplo, el Hotel Sacher (Estación
terminal Viena), el hospital Otto Wagner con su iglesia modernista de Otto
Wagner (episodio Diagnóstico asesinato),
los jardines del palacio imperial de Schönbrunn (episodio El cadáver de Schönbrunn), el cementerio central de Viena y la
tumba de Betthoven (episodio Tráeme la
cabeza de Beethoven), las alcantarillas de Viena -las más cinematográficas
del mundo, inmortalizadas en la película El tercer hombre(Carol Reed, 1949)- (episodio Bajo las calles de Viena) o el aeropuerto de Schwechat (episodio El secuestro de Rex).
Es
curioso también cómo a lo largo de la serie se notan algunos aspectos de la
cultura austríaca, que resultan conocibles para los conocedores del país y tal
vez más extraños a los espectadores de otros países (como Alemania, el
coproductor de la serie). En las primeras escenas se especifican ya las
diferencias del alemán de Austria frente al de Alemania, al especificar la
palabra para nata en Austria (Schlagobers) frente a Alemania (Sahne). Es reconocible también la
obsesión del ayudante Stockinger (y de Rex) por el Wurstsemmel, ese panecillo con fiambre que es la merienda favorita
de Stocki y que Rex intenta conseguir
por todos los medios.
O
bien otras costumbres, como se ven en el episodio Una casa agradable, relativas a la Nochevieja, como es bailar el Danubio azul a la hora de las campanadas
y los fuegos artificiales típicos de esa noche. Se ve también la tradición de
los Heuriger (locales típicos del
campo que venden el vino joven de la temporada junto a fiambres y quesos
producidos en el local, conocidos como Buschenschank
en otros estados federales de Austria) -episodio Un crimen perfecto- o bien la costumbre de tomar el café en locales
con varios siglos de tradición -episodio El
caso de la desaparición de ancianas-.
Ver
la serie en versión original permite reconocer acentos austriacos de muchos
actores de reparto de la serie, mientras que los protagonistas de las tramas autoconclusivas
de cada capítulo suelen ser alemanes, siendo actores muy reconocibles en los
repartos de muchas series y películas para la televisión de dicho país, como
Veronica Ferres y Christiane Neubauer (episodio Un crimen perfecto)o
Gedeon Buckhard (en el episodio Locura representa
el malo del episodio, antes de llegar a ser el nuevo dueño de Rex como policía
protagonista de las temporadas cuarta a séptima). Actores austriacos
reconocidos intervinieron también como estrellas invitadas de sus capítulos,
como Christiane Hörbiger (episodio Estación
terminal Viena) o Wolfgang Böck (episodio El caso de la desaparición de ancinas).
La
serie fue un verdadero boom que dio lugar a varios productos, como la banda
sonora de la serie, que incluía el tema de la sintonía de la serie: A goog friend de Kathy Sampson. También
el libro Das grosse Komissar Rex Buch,
que lo mismo incluye consejos para adiestrar a perros como explica el por qué
de un perro policía. Los creadores de la serie, Peter Moser y Peter Hajek,
explican en el libro que ya existían muchas series policíacas (verdaderos
clásicos de las pantallas austríacas y alemanas con series como Tatort, SOKO, etc.) pero que faltaba
algo original. En una de sus reuniones para escribir guiones decidieron lo
siguiente: "La siguiente persona que habrá la puerta será el modelo para
crear la figura del asistente del polícía". Quien abrió la puerta del
jardín no fue una persona, sino el perro del vecino de uno de ellos. Así se dio
lugar a la creación del perro Rex, la verdadera estrella de la serie.
En
el qué fue de... los dos principales protagonistas de la serie, Moser (Tobias
Moretti) y Stockinger (Karl Markovics) puede decirse que la serie fue el
pistoletazo de salida de la carrera de dos actores sólidos, de los más
reconocibles del panorama artístico austríaco.
Tobias
Moretti ha tenido una carrera estable, que ha incluido papeles reconocibles en
cine y televisión, y que ha incluido incursiones en el cine español, en
películas como Io, Don Giovanni (Carlos
Saura, 2009) y Flores negras(David
Carreras, 2008), una de las pocas coproducciones hispanoaustríacas, rodada en
las ciudades de Barcelona, Graz y Viena.
La
carrera de Karl Markovics, nada marcado por el carácter de su personajes a lo
Sancho Panza de la serie, estuvo ligada a su papel de Stockinger, pues protagonizó
un spin-off de la serie con la nueva vida de Stocki en Salzburgo, que sólo tuvo una temporada (Stockinger, 1996). Protagonista de la
película premiada con el Oscar a la mejor película extranjera Los falsificadores (Stefan Ruzowitzki,
2007), ha logrado un gran éxito de pública y crítico con su primera película
como director, Atmen (2011).
Al
contrario que en otros países, muchas temporadas de Rex están editadas en España
en DVD. En el caso de la primera, en los idiomas español y alemán sin más
extras que fotos de cada uno de los episodios.
Es
curioso que, los que no vimos entonces Crónicasde un pueblo, tengamos asociados a algunos de los actores de esta serie con
otros papeles. Así, por ejemplo, el conductor del coche de línea Dionisio, es
decir, el actor Rafael Hernández lo recordamos con un papel más irrelevante,
como el de tío de Pancho deVerano azul.
O que el alguacil Goyo de Puebla Nueva del Rey Sancho, es decir, Antonio P. Costafreda
lo tengamos asociado a alguien lacónico, nostálgico como el buzo de, también, Verano azul.
Ver Crónicas de un pueblo hace que nombres,
algunos de ellos olvidados, otros ya desaparecidos, aparezcan en la mente de
uno y se pregunte. ¿Y este actor quién es? ¿De dónde sale? ¿Siguió actuando
después de Crónicas? El más recordado
es Braulio, el cartero, es decir, el felizmente activo Jesús Guzmán. Pero habrá
que ver qué pasó con otros nombres propios como Fernando Cebrián y María
Nevado, Emilio Rodríguez, Rafael Hernández y María Elena Flores, Antonio
Costafreda, Jacinto Martín, Xan das Bolas, Francisco Vidal o Tito García. O de
los niños de la serie: Emilio García, Esther Dobarro (¿o do Barro?), Pablo
Miyar y José María Aguado.
¿Hay antecedentes artísticos en tu familia? ¿De
dónde viene tu interés por el mundo artístico?
Mi madre y mi hermana mayor cantaban muy bien, pero hasta
donde yo sé, no hay ningún antecedente artístico en mi familia. Según mi
hermana, cuando me tenía en sus brazos y escuchaba las canciones de la radio,
emitía unos sonidos como queriendo cantar sin aún saber hablar. No hubo
elección, desde que tuve uso de razón me dedique en cuerpo y alma a la música.
Los domingos por la tarde y a la edad de cuatro añitos, yendo con mi madre por
la Alameda de Rentería me soltaba de su mano y bailaba, sobre todo al son de
las sambas. Para bien o para mal, nací con talento artístico. El cine siempre
fue otra de mis grandes pasiones, una ventana abierta al mundo, al que a mí más
me gustaba, el cine con Mayúsculas de grandes artistas.
Has rendido cuenta de tu infancia y adolescencia en
Rentería (Guipúzcoa) en tus libros Mi
cuna de madera (Compañía Literaria, 1994) y A contradanza (Huerga y Fierro, 2008). ¿Qué influencia tuvo tu
infancia y adolescencia para la creación de Fama?
Ninguna. Fama llegó tras un dilatado periodo de laureles
y derrotas. Decidí crear ese personaje para poder seguir mostrando mi voz, ya
que con la imagen que la naturaleza me había proporcionado, iba a ser
tremendamente difícil que el público, por aquel entonces, encajara semejante
voz de soprano en un cuerpo de hombre frágil y melancólico. Me gustó la idea de
adaptar el nombre de Fama, ya que se trata de una diosa menor de la mitología
griega, ocupada en escanciar el vino a los Dioses. Me gusta sobremanera
acercarme a todo aquel que pueda aportarme algo de lo que yo aún no sepa.
Según se comenta en la biografía de tu página web, a
los 16 años partiste para Francia, donde empezaste a cantar. ¿Dónde
residías en Francia? ¿Cuánto tiempo duró esa experiencia?
Residía en Annemasse, en el alto Saboya, en frontera con
Suiza,a pocos kilómetros de la ciudad de Ginebra. Estuve un año; coseché unos
éxitos barbaros, cantaba en todas partes, por cantar, hasta en la calle. La
gente se detenía, aquello era el progreso, un país inteligente.
Según se menciona también en la web, tenías
intención de fijar tu residencia en Londres, pero volviste a España. ¿Qué
recuerdas de ese Londres de los años 70?
Una ciudad avanzada, con educación y buenos modales. Volví
a España creyendo que con el cambio político habría más oportunidades, pero
enseguida me di cuenta que los que habían funcionado en la dictadura, cambiaron
de chaqueta y salieron a la calle apoyando a las nuevas tendencias políticas
para poder seguir enmerdando el país, con lo cual, se me ofrecían muy pocas
oportunidades para poder exponer lo que yo ofrecía.
En tu vuelta a España, colaboraste con el cantante
griego Demis Roussos, haciendo la segunda voz en la canción Morir al lado de mi amor. ¿Cómo llegaste
a este trabajo? ¿La colaboración incluyó otras canciones?
A través de un músico y compositor que trabajaba como DJ
en la discoteca Cleofás de Madrid. DemisRoussos estuvo a punto de producirme un
disco para lanzarlo en Francia, pero como coincidió con su lanzamiento en
Estados Unidos y la experiencia no fue como él esperaba, todo se vino abajo. De
él tengo que decir que conmigo fue una excelente persona, sencillo, gran
artista. Me pidió hacer la segunda voz en Morir
al lado de mi amor, parece que le gustómi voz para hacer el dúo.
Es
curioso ver un serie española en DVD que ya tiene cuarenta años. Pocas son las
series de las primeras décadas de la historia de Televisión Española que pueden
verse en DVD de entonces, salvo las Historias
para no dormir de Narciso Ibáñez Serrador, algunos otros trabajos para
televisión de Antonio Mercero y poco más. Ahora que Jaime de Armiñán recibirá
el Goya de Honor 2014, tal vez sea el momento de poder ver editadas series como Las doce caras de Juan, Las doce caras de Eva, Tres eran tres o Fábulas (todas ellas, si no me equivoco, con músicas de Vainica Doble).
De Crónicas de un pueblo se recuerda casi
siempre que es una serie franquista, ideada por el almirante Luis Carrero
Blanco. Así lo afirmó Antonio Mercero, director de muchos de los 113 capítulos
de la serie de 30 minutos de duración -no 50, como figura en Wikipedia (al menos
los que figuran en la edición en DVD duran media hora)-. Sin embargo, la idea
de la serie también puede deberse al ministro Laureano López Rodó. La serie
tenía como fin dar a conocer entre los espectadores el Fuero de los Españoles.
Olvidemos esta parte ideológica (si uno no lo sabe, apenas se da cuenta, ya que
casi siempre lo menciona el personaje del maestro, como doctrina a sus alumnos).
Olvidemos también otros aspectos más bien anacrónicos: la arcadia feliz que
representan los habitantes de Puebla Nueva del Rey Sancho, siempre en guardia
de que los de la ciudad no alteren su
vida, el nulo papel de la mujer, etc. Comentemos en cambio, lo que era una de
la serie más importantes de Televisión Española, al menos hasta los años 80.
Aunque
no hayamos visto la serie, la sintonía seguro que la hemos escuchado, ya fuera
en la radio (como sintonía del Protagonistas
de Luis del Olmo) o bien, en su versión original, cantada por The Shadows
(con Cliff Richards), I could easily fall
in love with you.