En
los meses de verano no se suele hablar tanto de Eurovisión, y menos de aquellos
participantes especiales.
Utilizaremos la etiqueta outsider,
palabra que no está recogida en el diccionario de la Real Academia Española y
que, según Wikipedia, es "alguien que vive aparte de la sociedad común o
alguien que observa un grupo desde fuera". De nuevo según esta web outsider se aplica en la música a
aquellos artistas alternativos e independientes. Estas dos etiquetas, sin
embargo, no encajan muy bien con un espectáculo de masas como Eurovisión.
Cada
uno tiene sus filias y fobias respecto a Eurovisión, por lo que para esta
entrada hemos agrupado a participantes eurovisivos bajo la etiqueta de outsiders. Algunos de estos artistas no
son para nada outsiders, pero tal vez
sí su imagen en su actuación de Eurovisión, elementos de la escenografía
durante su participación en el festival, el estilo de canción en su festival,
etc. Con estos elementos se les puede destacar respecto a otros artistas de
Eurovisión de un año concreto y tal vez decir de otra manera que fueron
diferentes. ¿Qué hemos agrupado bajo otusiders?
Cabe de todo: freaks, actuaciones
imposibles, actuaciones memorables, momentos fascinantes, momentos olvidables, guilty pleasures, ole tú, caviar del caspio,
lo mejor de lo peor, lo peor de lo mejor, etc.
Por
poner un ejemplo para aclarar la etiqueta de outsiders: en el festival de este año, representó a Finlandia un
grupo de música cuyos miembros tienen síndrome de down y autismo, lo que no
debería ser consideradoser outsiders,
pues el lema de este año en el festival celebrado en Viena era construir
puentes, como puede ser la integración de personas con síndrome de down y
autismo representando a un país. El hecho de presentar una canción punk en un
concurso donde son abrumadura mayoría las canciones pop, en cambio, les hace
ser outsiders del festival de 2015; también por la duración de su canción:
apenas dos minutos respecto a los tres del resto de países. En el año 2014, por
ejemplo,lo fue la representante de Austria, que se presentó a los medios como
una mujer de origen colombiano en cuya familia todas las mujeres eran barbudas.
Así fueron los orígenes del personaje de Conchita Wurst, que ganó el festival
del pasado año.
Hemos
incluido un outsider eurovisivo por
año, de los festivales de 2015 a 1983, el primer festival que recuerda el que
esto escribe, entonces un futuro seguidor del festival de apenas cinco años.
Hay ediciones del festival en las que es más fácil reconocer al artista otusider: se habló mucho de este
representante antes, durante o incluso después del festival; otros, en cambio,
se destaparon como outsiders solo durante su actuación. Algunos entran en la
lista de outsiders casi de rebote,
pues no había mucho qué rascar durante su año eurovisivo... Al menos, se quedan
aquí agrupados de alguna manera... Que nadie se enfade por considerar a algunos
artistas outsiders, es la única
etiqueta que puede agrupar -mas o menos- a algunos de estos intérpretes y sus
canciones.