- Explicas muy bien en la biografía de tu página web la evolución de tu vida junto a la tele. ¿Cuáles son tus primeros recuerdos televisivos?
Las primeras cosas que recuerdo son muy variopintas. Van
desde la llegada al aeropuerto del Papa Juan Pablo II a España en su visita de
1982 a la Botilde en la cabecera del “Un dos tres”. Y en el querido concurso, a
Charito Muchamarcha pronunciando mil “haches” con unas gafas psicodélicas. Y
una serie animada de un torpe recluta, “Beetle Bailey”.
- ¿Siempre estuvo presente la televisión en tu vida de niño, adolescente, joven, etc. o hubo alguna etapa en la que no fuiste tan teleadicto?
Siempre ha estado presente. Realmente he ido sufriendo
una metamorfosis. La época de mayor teleadicción fue hasta los 21 años
aproximadamente, devorando las revistas del medio, como TP o Supertele, viendo
miles de horas de programación y grabando todo lo que podía en VHS. De aquellos
polvos… estos lodos, porque esa pasión ha hecho que luego quisiera entrevistar,
y conocer, a todos mis ídolos televisivos de aquellos años.
- Para parte del público eres una cara familiar asociada a los concursos, como uno de los concursantes veteranos de Soy el que más sabe de televisión del mundo, en la tardes de los fines de semana de los inicios de Cuatro (2005-2006). ¿Cuántos programas estuviste y qué ganaste?
Yo estuve durante el primer mes de vida del programa… y
de la cadena, porque fue justo el nacimiento de Cuatro, una tele joven y
atrevida. Realmente fui el concursante “cero” porque grabé un piloto un mes
antes. Volví en ediciones especiales para enfrentarme a Carlos Latre o a Florentino
Fernández. Me solía llevar libros, de cocina con María Galiana, de Boris (sobre
Hitchcock) o de Íker Jiménez. También me dieron “Pasión de gavilanes” en VHS,
jeje. Pero lo que viví con mayor ilusión fue que me entrevistaran en Barcelona,
en “Channel N.4”, con Boris y Ana Siñeriz, en el magazine de moda y junto a
Pablo Motos en la “mesa de teles”. Fue un día inolvidable en mi vida, con el
maravilloso trato que da la productora Gestmusic.
- ¿El buen rollo que ofrecían algunos concursantes del programa (Candy Candy, Mofly, Mr. Hoyitos) con el presentador (Nico Abad) se mantenía detrás de las cámaras? ¿Había buen ambiente en el programa?
Sí, muy buen ambiente. A muchos apenas les conocí porque
yo ya no estaba en el programa. Pero al regresar en los últimos espacios noté
una gran camaradería. Hasta el punto que, hoy en día, Mila Plaza, Daniel
Chicharro, Felipe o Julián Masero se encuentran entre mi grupo de amigos, con
los que tenemos continuas citas. ¡Incluso me han montado en las atracciones del
Parque Warner, sufriendo un terrible vértigo! Y no faltaron a la presentación
de mi libro, que era una cita muy importante en mi vida. A Marisa “Candy” me la
encontré hace unos meses en la Cadena SER mientras yo estaba con Primitivo
Rojas y te puedo decir que los abrazos y los besos dejaban patente el cariño
que nos tenemos. A Nico le he llegado a entrevistar como reportero en los
premios TP y fue un reencuentro entrañable.
- ¿Tiene un hueco en la programación televisiva de hoy en día un programa centrado en cultura televisiva como Locos por la tele (Televisión Española, 1990-1991) y Soy el que más sabe de televisión del mundo? ¿Cómo te imaginas ese hipotético programa?
Desde luego que sí. Los programas que han tratado el
mundo de la tele siempre me han apasionado. No ha habido muchos, pero también recuerdo
uno que presentó Belén Rueda en el 97. “Locos por la tele” tenía una pegadiza
sintonía, un magnífico trabajo de documentación, las voces en off más
recordadas e invitados relevantes. Recuerdo que era pequeño para participar
pero que lo veía cada jueves con una ilusión impresionante. Me dio mucha pena
que acabara. Siempre deseé una edición infantil-juvenil para los que aún no
teníamos 18 años. TVE debería recuperarlo, aunque ahora hay 22 años más de
historia de la tele, más difícil todavía. Estuve con su presentador, Ferrán
Rañé, hace tres años y me hizo mucha ilusión saludarle.
- ¿En qué más concursos has participado? ¿Cuál te sorprendió gratamente y cuál no tanto (grabación, presentadores, premios, etc.)?
Participé en “La ruleta de la fortuna” y “Cifras y
letras”, dos clásicos a nivel mundial. Mi mejor recuerdo está en “Allá tú”. Me
hice un máster en el medio tras grabar 33 ediciones en el espacio que,
entonces, presentaba Silvia Jato. Era una especie de “Gran hermano” en pequeño
porque los concursantes nos íbamos a convivir varios días a un hotel y en
plató, y así en consecutivas ocasiones. Saqué 36.000 euros, a compartir con el
concursante de casa, y muchos amigos. “La caja fuerte” en Telemadrid fue una
experiencia “rara” porque me llamaron el día anterior y apenas sabía de qué
trataba y qué había que hacer. También pasé por “No sabe no contesta” y “Dame
una pista”, además de los 12 (de 19) “Un dos tres” de Luis Larrodera como
público, que jamás olvidaré. Vivir aquel “Un dos tres” fue uno de los mejores
regalos que me ha dado la vida.
- Desde el año 2006 tienes una pequeña parcela en el magacín de tarde de Televisión Castilla y León en tu sección telenostálgica (así como, anteriormente, en los de La 7 de Castilla y León, Canal 4 Castilla y León; en radio: Punto Radio, Castilla y León ES Radio). ¿Cómo surgió la idea de crear tu rincón de recuerdos televisivos?
La idea de la sección siempre estaba en mi cabeza. De
hecho, la primera vez que pensé en llevarla a cabo se la ofrecí a “Soy el que
más sabe…”, de muy corta duración y muy divertida. Justo en ese momento, en el
magazine de Cristina Camell para las 9 provincias de Castilla y León quedaba
vacante una plaza, ya que el colaborador Aitor Trigos fichaba para “Las mañanas
de Cuatro” de Concha García Campoy. Entré yo a sustituirle y ofrecí lo que
mejor sabía hacer, hablar de la historia de la tele. Comenzamos con una sección
de 7 minutos, sólo con vídeos, y llegamos a hacer espacios de 90 minutos con
invitados como Guillermo Summers o Joaquín Arozamena. Lo habitual fue ocupar
más de un tercio de emisión del programa de los viernes. Y por mi permanencia
en el medio, parece que ha sido un éxito.
- Resumir tu labor en esta sección da para varios blogs, pues gracias a tu sección has rescatado imágenes, objetos y personajes de las últimas décadas de la televisión en España. Sabemos que tienes especial predilección por las visitas a tu sección de Mayra Gómez Kemp, así como de la pareja de El Kiosko Verónica Mengod y Pepe Carabias. ¿Quieres destacar a alguien más en concreto?
Todos los personajes que han pasado por la sección son
especiales. Tanto con Verónica y Pepe como con Mayra sucedió algo muy especial
y es que, al igual que me ocurría a mí, que hice las entrevistas con la carne
de gallina (por lo que suponía tener a mis mitos enfrente), el resto del equipo
y el público (que por edad, apenas conocían de lo que estábamos hablando)
compartía esa sensación. Fue muy importante estar con Chelo Vivares “Espinete”,
Uribarri, Marisa Abad, Nieves Herrero, José Ramón Sánchez o Consuelo Berlanga,
quien me llenó de nostalgia gracias a su “¿Qué pasó con…?”. Y qué decir de
entrevistar a Jane Badler, la lagarta Diana en su visita exclusiva a Madrid,
otro regalo que aún me cuesta asimilar.
- ¿Qué personajes relacionados con la tele han declinado tu invitación? ¿A quién no has podido localizar por habérsele perdido la pista?
Hay personajes que apenas quieren aparecer en televisión
pero con los que he tenido largas y amenas conversaciones. Es el caso de Mari
Cruz Soriano, Adela Cantalapiedra o Carmen García Vela. Con Elena Santonja
hablamos en directo por teléfono pero no la pudimos tener en plató ya que se
nos “cayó” en varias ocasiones el día anterior a la entrevista. Pero, por lo
general, casi todos los que aún se encuentran “en buena forma” pasaron por mis
“rincones” o lo harán próximamente.
- Algunos espectadores echamos de menos en esta temporada (Vamos a ver, Televisión Castilla y León, 2013) a Cristina Camell, con la que formabas un buen tándem, así como la presencia de personajes en vivo en plató. ¿Qué nos espera en la temporada 2013-14?
Pues has dado en la diana. Después del verano regresa
Cristina Camell con una nueva temporada de “Vamos a ver”. Este año he tenido
mis “historias de la tele” en el magazine de Álvaro Elúa y ha sido todo un
honor poder hablar de temáticas tan interesantes como las locutoras de
continuidad, las cortinillas, los muppets, dibujos animados, las cabeceras de
los ciclos de cine, especiales de informativos, infantiles, de Eurovisión (al
estilo de Amestoy, metido en un televisor), además de las llamadas de Irma
Soriano, Pepe Domingo Castaño, el actor de doblaje José Ángel Juanes (el
profesor Shorofsky de “Fama”) o Mercedes Rodríguez, presentadora de “Aplauso”.
Tuvimos en plató a Manuel Campo Vidal, al realizador Fernando Navarrete e
hicimos un homenaje a “Gente joven” con su eterno presentador Jesús Villarino.
Pero en la nueva temporada retomaremos el ritmo de “Somos así”, con divertidas
secciones musicales, nuevos invitados y originales temáticas.
- Esta pregunta nos la hacemos todos los espectadores de tu sección: ¿De dónde sacas las imágenes televisivas? No todas parecen sacadas del Canal Nostalgia o de reemisiones años después...
No todas son del recordado Canal Nostalgia. Como
curiosidad te contaré que era amigo de Gloria Berrocal, programadora del canal,
y muchas de las emisiones que se hicieron, como el especial de Nochevieja “Si
te he visto no me acuerdo”, eran peticiones propias del que suscribe. Ella
tenía el detalle de pedir que se buscaran en el archivo para emitirse. Al
margen de eso, otras cosas están extraídas de grabaciones propias de
espectadores en viejas cintas VHS. Y en algunos casos, esas emisiones no se
conservan en los archivos de TVE porque se perdieron los originales, y gracias
a quienes las grabaron se han podido volver a disfrutar. En algún caso, tan
sorprendente como un “Esta es su vida” de los años 60, integro.
- Resultado de tu labor de documentalista y tu interés por la tele acabas de publicar el libro Revisitando los 80. Un viaje para la mejor televisión de nuestras vidas (Diábolo Ediciones). ¿Cómo surgió la idea? ¿Se acerca el resultado final a lo que tú esperabas?
“ReVisitando los 80” surgió de una baja laboral por una
operación, hace año y medio. Aproveché el tiempo para ordenar toda la
documentación que había recogido desde hacía años y empecé a darle forma. Había
una falta de libros que trataran aquella década, y programas y series de los
que apenas se había hablado nunca. En cambio, otras temáticas estaban demasiado
trilladas. El libro original es una enciclopedia inmensa que hubiese sido mucho
más espesa para los lectores que la versión final. No sabía cómo recortar
tantísima información, dejándola en menos de la mitad. Pero finalmente ha
quedado un producto muy agradable y equilibrado en cuanto a información y
fotos.
- ¿Es de verdad la mejor década televisiva de la televisión en España? ¿Qué le dirías al que vea a Diana de V en la portada y diga: “¡Otra vez los ochenta! ¡Qué hortera!”.
Sin duda es la mejor década de la historia. Fueron unos
años en los que se fraguaron muchos de los grandes iconos del medio televisivo
y, desde luego, en otros campos como el cine o la música. La cantidad de buenos
momentos que nos dejó aquella década así lo demuestran. Hoy en día, al margen
de mi libro, se alude continuamente (en los programas de tv y en la calle) al
pecho de Sabrina, a Remedios Amaya en Eurovisión, a la empanadilla de Martes y
13 o a la escena de Diana tragándose la rata. Horteras fueron, sí. No es
incompatible. Pero era importante dejar un legado con lo que realmente se vivió
entonces, al margen de los tópicos de “la movida”.
- ¿Qué año de esta década señalarías como el más destacable en Televisión Española y por qué?
1985 es el año clave de aquella década. Se dieron cita
los mejores espacios de la programación televisiva. Por eso es un capítulo
largo, que me llevó mucho tiempo analizarlo como era debido. De entonces data
“V” y “Falcon Crest”, “El pájaro espino”, “El equipo A”, “El coche fantástico”,
“Pumuky”, “David el gnomo”, “Como Pedro por su casa”, “Los Fraguel” o “Dragones
y mazmorras”. Y también seguían las nuevas tandas del “Un, dos, tres”, “Fama”,
Espinete, “La bola de cristal”, “Ahí te quiero ver” o el “Planeta imaginario”.
Es el año en que nace la revista Tele Indiscreta, un añadido más para el
triunfo de todos aquellos espacios.
- Lo que más envidia nos da a algunos lectores de tu libro son todos los productos que guardas de merchandising de esos años. No sólo la Botilde o juegos del Un, dos, tres, sino incluso las pegatinas de los chicles o sobres de cromos sin abrir. ¿Tenían tus padres un kiosko? ¿Estás enganchado a Todo colección? Ahora en serio: ¿de dónde salen esos objetos?
Ja ja. No, para nada teníamos un kiosko. Es más, de
pequeño tuve muy poco merchandising de los programas. En su mayor parte, son
objetos que me han regalado, poco a poco, compañeros de trabajo, amigos y
conocidos. Hay cosas que sí he comprado en subastas o rastros. Y otros objetos
que he mostrado son prestados, como un Cinexin o una muñeca de Pippi
Calzaslargas. En cualquier caso, sí se ha ido haciendo un museo de la tele muy
importante que se podrá ver, por primera vez, en el mes de octubre en la feria
del coleccionismo de Valladolid, en un stand especial.
- El Un, dos, tres, así como El precio justo tuvieron su propio libro, con anécdotas del programa. ¿Hubo más libros televisivos de programas españoles en los ochenta?
Lo de los libros de programas fue una rareza que no se
volvió a repetir habitualmente en nuestra televisión. Curiosamente, el libro
del “Un, dos, tres” comete grandes gazapos, como decir que comenzó en enero del
72 o que no se ofrezca ni una imagen de la Ruperta. En el caso de “El precio
justo” es un libro igualmente precioso pero que abarca tan sólo una primerísima
etapa del concurso. El tema del merchandising es muy peculiar. Apenas hay
objetos con la cara de Espinete (muñeco) ni juego de mesa de “El tiempo es oro”
pero sí lo hay de espacios que no tuvieron gran repercusión, como “Gol y al
mundial 82” o “Todo queda en casa”.
- ¿Habrá segunda parte del libro? ¿Cómo te la imaginas? ¿O bien libros propios de la década de los setenta, noventa, etc.?
En principio sí habrá una segunda parte del libro. Se han
quedado cosas en el tintero, para que esta primera parte no fuera un “tochazo”
o que apenas tuviera fotos. En el segundo se tratará plenamente el festival de
Eurovisión en aquella década, todos sus participantes y curiosidades. Y además,
las Nocheviejas, el cine que se vio en la tele, la publicidad, el festival de
la OTI, los grafismos y continuidad o las modas. Después… ya veremos, pero uno
sobre los años 70 sí está en proceso.
- Para los que hemos devorado tu libro, ¿qué otros libros de historia de la televisión en España son útiles para conocer la historia de la tele en España (serios, menos serios, etc.)?
He leído prácticamente todos los libros de televisión que
se han publicado y sí hay algunas recomendaciones especiales. “Telebasura
española” del Dr Vértigo, pese a su injusta portada de una Ruperta diabólica,
está escrito por alguien que ha visto mucha televisión, con criterio y con un
magnífico humor. “La tv en España, 1949-1995” es un estupendo repaso a los
mejores profesionales del medio, aunque es verdad que hay ciertas omisiones en
programas de los ochenta que chirrían. Lorenzo Díaz hizo una gran labor, en
cualquier caso.
- ¿Qué serie o programa o presentador de esta década crees que está sobrevalorado y quién infravalorado?
Hay presentadores que no hicieron tanta televisión en los
años 80 y que hemos mitificado. Por ejemplo, Eva Nasarre no llegó a 3 años de
programa, Pedro Ruiz tan sólo hizo unas emisiones de sus espacios de gimnasia y
“Viaje con nosotros” apenas duró 6 meses. Todos fueron importantísimos, pero
tal vez debamos ser justos con otros nombres como Fernando García Tola, Pablo
Lizcano y Guillermo Summers e Ignacio
Salas, a quienes se les dedican muy pocas páginas en esos libros de historia de
la tele. Ellos trabajaron mucho por el medio y su impacto en la época es mayor
del que suele transmitirse en libros y publicaciones especializadas.
- ¿De qué programa, serie o presentador te ha costado encontrar más información y por qué?
Por lo general, hasta que no entras profundamente a
investigar sobre un tema no descubres curiosidades que ni tú mismo esperabas
encontrar. Me entretuvo descubrir todo lo que ocurrió con el musical “Cantantes
y sonantes”, cuya presentadora [Mayte Fernández] desapareció repentinamente,
siendo sustituida por la azafata de “Si lo sé no vengo” Jair Pont,
reconvirtiéndose después en “Directo en la noche”. O la fuga de Pastora Vega en
“La tarde”. Han sido muchas las anécdotas que no había leído nunca en ningún
medio, como que nuestra Victoria Vera hubiese participado en “Los ricos también
lloran”.
- En algunas entrevistas surgidas a través de tu libro has hablado de la carencia en España de un museo de la televisión, que podría ser privado, con los objetos relacionados con la tele que guardan los espectadores. En tu museo de Arrabal de Portillo (Valladolid), ¿qué objeto consideras más importante? ¿Cuál le falta a tu museo?
Me hace mucha ilusión tener un Pirulí de bronce de los
que regalaban a los concursantes de “Gente joven”, un gallifante de los que
ofrecían en “Juego de niños”, el primer juego de mesa del “Un dos tres” con don
Cicuta, un Trivial de TVE o una medalla de “Cajón desastre”. Me faltan muchas
cosas, algunos álbumes de cromos como el de los “Tele anuncios” o algún anuario
de RTVE, aunque tengo algunos de los más deseados.
- Hay poca tradición en España de editar programas televisivos en DVD. ¿Cuál te gustaría que saliera editado en DVD? ¿Qué serie de los ochenta te encantaría tener en DVD y no ha sido editada?
De los 80 faltan muchos clásicos que no han visto la luz.
Hubiera sido interesante tener “El halcón callejero”, “El trueno azul”, “Dentro
del laberinto”, “Hotel” o “La superabuela”. Incluso “V”, siendo una de las
grandes, ha tardado muchísimo en editarse en castellano. Especialmente echo de
menos “Dinastía” y más temporadas de “Fama”, cuya primera parte me encandiló
plenamente. En Estados Unidos tienen millones de espacios en DVD (y no sólo
series) pero España siempre ha sido más tardía y perezosa en ese campo. Y para
colmo, clásicos patrios como “Platos rotos” aún no han salido a la venta, y no
tiene pinta que vaya a suceder ya.
- ¿Sigue siendo la televisión de ahora importante en tu vida? ¿Qué programas o series recomendarías de la televisión actual?
La televisión sigue siendo fundamental en mi vida aunque
ya nada tiene que ver con el espíritu que le echaba antiguamente. Para mí eran
muy importantes las galas de presentación de temporada, saber bien los
contenidos de los programas, descubrir las curiosidades. Pero el corte le pongo
en la temporada 95-96. Desde entonces, toda la televisión me ha parecido más o
menos igual y soy incapaz de equipararla a años anteriores de éxitos como “Hola
Raffaella” o el “¿Qué apostamos?”, ya en plena guerra con las privadas. En la
actualidad veo de todo, desde un espacio maravilloso de la 2 llamado “Con una
sonrisa”, con jóvenes con síndrome de Down a “Tu cara me suena” y “Un príncipe
para Corina”, con todos esos ruiditos que les ponen a sus participantes. Y no
me pierdo “Cuéntame”, “The Walking Dead” o “Downton Abbey”.
- ¿Cómo ves tu futuro profesional? ¿Te gustaría tener un programa propio o más espacio en un magacine para tu sección televisiva? ¿Han llegado ofertas para que tu espacio pase a una cadena nacional?
Siempre se hablan cosas, en mi tierra y para otras teles.
Pero por determinadas circunstancias no se pueden fraguar esos proyectos. He de
compaginar varios temas laborales y no es tan fácil como pueda parecer. En la
nueva temporada, la séptima, volveré a recoger lo mejor de la historia de la
tele y entrevistaré a algunos de los más grandes que se quedaron en el tintero
hace dos años. No puedo quejarme, para nada, de todo lo que se me avecina por
delante porque en tiempos de crisis, soy un privilegiado.
- Si se ha quedado algo en el tintero, ¡dispara!
Que siempre siga viva la magia de esta “Telepasión”.
Recordar es volver a vivir.
Gran entrevista, muy completa, cuidada al detalle y con preguntas muy concretas. Me ha gustado que toques temática tan variada dentro de un mismo contexto y Miguel con sus respuestas también ha hecho que disfrute de ella. Enhorabuena a los dos. Un saludo.
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