miércoles, 17 de abril de 2013

El otro Nacho Cano



En este país tener un éxito masivo se paga caro. Me vienen a la cabeza Pedro Almodóvar y Penélope Cruz, por ejemplo; algo menos con Antonio Banderas, supongo que por no tenerlo a la vuelta de la esquina cada dos por tres (aunque ni aquí ni en Hollywood se le considere lo buen actor que era antes de partir para los Estados Unidos).

Algo parecido puede pasarle a uno de los genios de la música pop en español: Nacho Cano. Si hubiera muerto ya sería un icono y habría reediciones continuas de sus trabajos. Aquí no voy a tocar a Mecano, aunque echando un ojo a sus canciones en el grupo de Ana, Jose y Nacho no me resisto a poner mis favoritas de esa etapa. De los siguientes álbumes: Mecano (1982, Quiero vivir en la ciudad, de las pocas compuestas con José María; No me enseñen la lección), ¿Dónde está el país de las hadas? (1983, Este chico es una joya), Ya viene el sol (1984, La estación, Busco algo barato, Japón), Entre el cielo y el suelo (1986, Ay qué pesado, 50 palabras 60 palabras o 100), Descanso dominical (1989, Los amantes, Un año más), Aidalai (1991, El fallo positivo, El 7 de septiembre, 1917, Dalai Lama), Ana Jose Nacho (1998, El club de los humildes).

Aunque aquí no voy a hablar de estas canciones, sino del otro Nacho Cano, al que debemos canciones como No controles, Dame un chupito de amor o Entra en mi cuerpo y sal de mi vida.



Poco que decir del No controles, que ha dado hasta para título de una película (No controles, Borja Cobeaga, 2010), y que ya mencionamos aquí. Menos conocidos son los inicios de Nacho Cano junto a Eduardo Benavente y Toti Arbolés en Prisma. También colaboró con artistas que no se relacionan tanto con Mecano; como resultado el EP, bueno, entonces, maxi single, con Germán Coppini (Golpes Bajos), que incluye la efervescente Dame un chupito de amor (1986), elegida entonces mejor canción del año para los oyentes de Radio 3. Las otra canción que incluyeron en esta rareza fue Pepito Grillo.

 

Germán Coppini es otro de esos genios que parece que siempre tiene que pedir perdón por crear frases tan buenas como las de no mirar a los ojos de la gente, el jersey de cotton, y demás, y aunque muchos crean que es un resto de la movida él siempre insiste en decir que está muy activo, como aquí.

El caso de la acojonante Entra en mi cuerpo y sal de mi vida es más raro aún: banda sonora de Sal Gorda (Fernando Trueba, 1983), es la canción que cierra la película. Al parecer la tal Zanna era sueca (desmontando el tópico de las suecas rubias), y formaba parte del grupo Cinemaspop, proyecto paralelo de Azul y Negro de transformar bandas sonoras al tecno.


Reconozco que no hubiera tenido acceso a estas canciones, que desconocía, si no hubieran aparecido en el disco Otras miradas de Nacho Cano, el disco más raro que haya editadoRama Lama, y que denota que no se encontró otra discográfica que quisiera llevar adelante el proyecto (por eso es de los pocos discos de Rama Lama en el que no hay libreto informativo al uso). Reconozco que es de mis discos favoritos por la portada, un retrato de Ismael Álvarez, y por su contenido, variado cual ficha rosa.

 

El disco incluye un poco de todo, producciones pop en las que Nacho estuvo centrado en los 80, como para La Unión, Álex y Christina. Menos recordadas son Magenta, grupo formado por tres burgalesas, con un único disco La reina del salón (1985) en el disco presentes con Los salvajes, en YouTube está Detrás de mí

  
Tampoco conocía a Dana (Wood), ya en 1991, producida por Nacho y Alejo Stivel, con su disco Diecisiete. Muy poca información de esta cantante, cuya voz me resulta familiar. ¿Alguien sabe algo más de ella? ¿Voz de alguna sintonía televisiva?

 

Aunque reconozco que de este disco, de mis favoritas es el Me he enamorado de un fan de Ruby. Es la única canción de Nacho Cano para Ruby y los casinos, que también han cantado canciones de Carlos Berlanga y Nacho Canut, Bernardo Bonezzi y del curioso dúo de hermanos y letristas Ariel Rot y Cecilia Rot.


Aunque el disco da para más: músicas institucionales como la música de la boda real del Príncipe Felipe y Letizia Ortiz en mayor de 2004, o bien para la candidatura olímpica de Madrid 2012, así como para la moda de España, anuncio televisivo de 2004. Lástima que no haya incluido en e l disco de las otras miradas de Nacho Cano la música del cuponazo que también hizo Nacho en el año 1987, cuando el cupón de la ONCE traería cola...


No aparecen tampoco otras canciones de otros artistas: Cuando miro el reloj (Ivan), Reflejos (Betty Troupe), Un extraño pez y La noche es mágica (Karina, que desconocía; no es nuestra Karina, sino una Karina venezolana), además de canciones del CD relacionado con la fundación Sabera en India (Voices of hope).

Y queda, claro está, el Nacho Cano en solitario, aunque supogo que faltan unos años para que sea valorado o reivindicado como se merece. Reconozco que, en mi caso, Un mundo separado por un mismo Dios (1994) me parece igual de megalómano que cuando salió (culpa de cómo se vendió a los medios el disco en sí, que parecía que era EL disco del siglo). Más adecuado me parece El lado femenino (1996), y no solo, por el mágico Vivimos siempre juntos en la voz de la gran Mercedes Ferrer, sino también por La trampa del corazón o La suerte que viene y va. Amor Humor (1999) dejó menos hits (salvo, tal vez, Sube sube) aunque tiene como rareza Lahistoria de Bill Clinton contada para niños en las voces de los Morancos y Paco Clavel (los Mecano siempre han contado que, además del productor Miguel Ángel Arenas, Capi, uno de los más les ayudó en sus inicios fue Paco Clavel, que intentaba colarles en las entrevistas a las que iba). Y en Nacho Cano (2001) volvió a sacar jugo a la voz de Mercedes Ferrer, en El amargo del pomelo.

 
 
 
 

Y tampoco me centro en los musicales (Hoy no me puedo levantar y A), que no he visto; es lo que tiene ser chico de provincias, aunque seguramente han pasado por un montón de provincias... De Wikipedia no sé si hacer caso a que está preparando el himno para la Virgen de la Macarena de Miami. Lo que sí que hizo y parece que no pasará a la historia es crear Mecandance, versiones de bailes de los éxitos de Mecano que han pasado más bien sin pena ni gloria...


Y cierro esto pensando que pocas cosas me gustarían más que un CD con otras miradas de Carlos Berlanga y Nacho Canut: otros dos genios que han cedido su talento para otros artistas. U otras miradas de Vainica Doble... U otras miradas de...

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