lunes, 3 de febrero de 2014

Y el Goya al mejor actor/actriz revelación (no) fue para... (años 1994-1999)



Estar nominado o ganar el Goya al mejor actor/actriz revelación puede tener varias consecuencias. Puede ser, en ocasiones, un regalo envenenado: un intérprete con mucha experiencia sobre las tablas y en televisión o algo en cine puede entrar en esa categoría, lo que indica que algunos de los miembros de la Academia de Cine Español no van mucho al teatro ni ven mucho la tele... Solo así pueden entenderse nominaciones como las de Walter Widarte por La noche de los girasoles en el año 2006. En otros momentos puede significar entrar por la puerta grande y asentarse en la profesión; para otros en cambio, el resultado de flor de un día, y no volver desde entonces a participar en rodajes cinematográficos. De esos actores menos presentes en rodajes cinematográficos desde su nominación al Goya al mejor actor revelación nos encargamos aquí como Ruth Gabriel, Coque Malla, Amara Carmona, Carlos Fuentes, Emilio Buale, Liberto Rabal, Silke, Paulina Gálvez, Andoni Erburu, Marieta Orozco, Miroslav Táborský, Manuel Lozano, etc.

 
 
 


La Categoría del Goya al mejor actor/actriz revelaciónse la debe el cine español al boom de Días contados(Imanol Uribe, 1994). Tal vez si no hubieran aparecido en esta película tantos actores más o menos noveles, no existiría esta categoría. De su compacto reparto se dieron a conocer Ruth Gabriel (Goya a la mejor actriz revelación, con la que se empieza, según algunos, la maldición de este premio: sus ganadores no tienen demasiada suerte en el cine; inolvidable su discurso acerca de que los sueños se cumplen), Candela Peña (candidata a esa misma categoría, acostumbrada a dar candelazos: película que hace, película que pega fuerte entre público y crítica, de ahí que atesore ya tres Goyas de sus seis candidaturas), Elvira Mínguez (candidata a esa misma categoría, con una carrera más a fuego lento y cada vez más solvente como actriz; inexplicable por qué no aparece en el cartel de la película), Pepón Nieto (candidato a mejor actor relevación, con una presencia en cine más diluida). 

 
 

En esa misma edición fue candidato el músico Coque Malla por Todo es mentira (Álvaro Fernández Armero, 1994). Única candidatura de intérpretes de un reparto ecléctico que cumplió a la perfección encarnando esa supuesta generación X que representaba la película, inédita en DVD hoy en día: Penélope Cruz, Jordi Mollá, Christina Rosenvinge, Gustavo Salmerón, Irene Bau, Fernando Colomo, Mónica López, Ariadna Gil, Amparo Valle, Saturnino García...

 

Una de las revelaciones de Alma gitana (Chus Gutiérrez, 1996), junto a Pedro Alonso, fue la acriz gitana Amara Carmona. Bastante publicitado fue el hecho de ser un modelo de mujer gitana del casi siglo XXI, esta representante de la dinastía artística de los Carmona, en cine no llegó a asentar su carrera, a pesar de su presencia en Cachito (Enrique Urbizu, 1996). Inactiva delante de las cámaras, según IMBD, desde hace casi diez años, encarnará a Carmen Amaya en Elúltimo baile de Carmen Amaya (Judith Colell). 

 
 
 
 
El caso de Carlos Fuentes (candidato en 1995 porAntártida, de Manuel Huerga) es otro de los actores que protagonizó basantes reportajes en prensa, que acompañó a otra revelación como Ingrid Rubio en Taxi (Carlos Saura, 1996), y cuya carrera últimamente está más espaciada.

 
 

Tengo dudas de si el actor de origen guineano EmilioBuale, candidato en 1996por Bwana (Imanol Uribe) es el único actor de color que ha sido nominado en la historia de los premios Goya. Su papel del inmigrante desencadenante de la historia de Bwana fue el más destacado en cine de este intérprete, con actividad más regular en teatro.


En la edición de 1996 fue también candidato el muy publicitado entonces y ahora bastante errático Liberto Rabal (Tranvía a la Malvarrosa, José Luis García Sánchez) y la muy entonces mediática y hoy inactiva como actriz Silke (Tierra, Julio Medem), de la que ya hablamos aquí, de su presente como diseñadora de moda, junto a su hermana Elke.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
Uno de los rotos más fotogénicos del cine español, el de la chilena asentada en Barcelona Paulina Gálvez (candidata en 1997 por Retrato de mujer con hombre al fondo, de Manane Rodríguez) pudo verse en televisión en series como Poble Nou/Los mejores años, Hospital (Antena 3, 1996), Hospital central (Telecinco 2002); en cine, en Los baúles del retorno (María Miró, 1995), El Pianista (Mario Gas, 1998), Nada en la nevera (Álvaro Fernández Armero, 1998), Tatawo (Jo Sol, 2000) oUn rey en La Habana (Alexis Valdés, 2005). Desde hace unos años reside en Miami (al igual que el padre de sus dos hijos, el actor y showman cubano Alexis Valdés).

 
 
En 1997 ganó el Goya al mejor actor revelación uno de los niños actores de finales de los 90, como fue el navarro Andoni Erburu por Secretos del corazón, de Montxo Armendáriz. Pasará a la historia por ser el ganador más joven de un Goya, con diez años, aunque se carrera artística fue escasa: repitió con Armendáriz en Silencio roto (2001), apareció en la serie vasca Goenkale y poco más. En la actualidad, tras haber estudiado Ingeniería Técnica Agrónoma, reconoce que el boom de niño actor no fue fácil de llevar. 

 

La otra representante de la maldición de ganar el Goya a la mejor actriz revelación puede ser el caso de MarietaOrozco, ganadora en 1998 por Barrio de Fernando León de Aranoa. Hija de la actriz Alicia Orozco y del fotógrafo Toni Riera (para el que posó desnuda y embarazada en la revista Interviú), ella misma ha dicho que el Goya no aporta prácticamente nada, ya que cuenta con una carrera más o menosintermitente en cine, pero con buenos papeles en Krámpack (Cesc Gay, 2000), Pau y su hermano (Marc Recha, 2001), Inconscientes (Joaquín Oristrell, 2004), Mentiras y gordas (Alfonso Albacete y David Menkes, 2009) o en las series Rosa, la lluita (TV3, 1996) y Mujeres (Televisión Española, 2006).

 

 
El actor ganador más curioso de esta categoría fue sin duda el del año 1998, el actor checo Miroslav Táborský, por La niña de tus ojos de Fernando Trueba. No tanto por ser de los pocos, sino el único, actor extranjero sin residencia en España ganador del Goya, sino por su única interpretación en una película española.

 
 
 
El otro niño actor del cine español de finales de los noventa fue el gallego Manuel Lozano, candidato en 1999 por La lengua de las mariposas de José Luis Cuerda. En la actualidad estudiante de Arquitectura, ha seguido con la actuación, como desmuestran sus papeles en la serie Nada es para siempre (Antena 3, 1999-2000) o las películas Lázaro de Tormes (dirigida por Fernando Fernán Gómez, que debió quedar contento al coprotagonizar ambos La lengua de las mariposas, y con el que repitió, esta vez como actor, en Mia Sarah de Gustavo Ron, 2006), Más pena que gloria (Víctor García León, 2001-hijo del director José Luis García Sánchez, que terminó de dirigir Lázaro de Tormes, por enfermedad de Fernando Fernán Gómez-), Eres mi héroe (Antonio Cuadri, 2001), Historia de un beso y Tío vivo c.1950 (José Luis Garci, 2002 y 2004) o la más reciente Los ladrones somos gente honrada (Alejandro Marzoa, 2013).

 
  
Seguiremos con los actores candidatos y ganadores de esta categoría a partir del año 2000...


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