- ¿Hay antecedentes artísticos en tu familia? ¿Cuándo y cómo decidiste dedicarte al espectáculo? Aunque naciste en Madrid, ¿cómo fue el cambio del Santander en el que creciste a Madrid?
Siempre pensé
que era la primera actriz de mi familia… pero indagando, mi tía Margarita Díaz
hizo sus pinitos en teatro con
el mítico Ángel picazo, y rastreando en el tiempo descubrí una tía bisabuela,
Aurelia, que por lo visto era algo así como vedette. Siempre he sentido la
llamada de los escenarios, el mundo de la creatividad, de la imaginación, de la
fantasía, ¡la interpretación! Lo llevo en mi ADN. Salté de Santander a Madrid ,
por amor, y trabajo, ¡un gran cambio! Montaña y mar por asfalto, ¡pero tengo
familia en Madrid y eso ayuda mucho!
- Si no me equivoco, lo primero que hemos visto de ti ha sido tu actuación en la sección La Juventud baila dentro del programa Aplauso en 1979. ¿Qué recuerdas de esta experiencia?
¡Fue un sueño cumplido! Apasionada por el baile, soñaba con participar en ese concurso, y el medio televisivo era mi debilidad, imagina la fascinación y la ilusión de esa vivencia.
- Tu debut se produjo en Televisión Española de la mano de Jesús Hermida, en la sección de El bote de don Basilio, junto a Javier Basilio, en su programa Por la mañana (1987). ¿Cómo llegaste a este programa? ¿Qué recuerdas de este debut?
Pues nunca esperé ser seleccionada, la competencia de chicas era muy
grande, quizás mi falta de expectativas me ayudo a hacer la prueba con
serenidad y espíritu de juego. Fue mi querida abuela-secretaria Maria, quien me
dio la noticia. ¡Cuánta alegría! Y qué gran escuela la del directo en
televisión, éramos un equipo alevín lleno de entusiasmo y potencia. Hubo tormentas
y celebraciones. Aprendí muchísimo, en lo humano y en lo profesional.
4.
Gracias a Cajón Desastre (1988-1991) te convertiste
en un mito de los niños y adolescentes que veíamos la tele los sábados por la
mañana en esos años. ¿Sólo presentabas o bien aportabas ideas, sugerías
contenidos, etc.?
Cajón Desastre fue mi paraíso mi parque de atracciones, un disfrute
absoluto, una fabrica de sueños… ¡Gracias, Rafa Herrero! Qué grande su
director. ¡Todos aportábamos, recibían mis locas propuestas y se hacían! Nunca
se ha hecho un programa infantil tan completo, divertido, enriquecedor, sano y
vanguardista. ¡Fuimos los mejores!