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sábado, 22 de marzo de 2014

Entrevista al actor Miquel Sitjar



  1. ¿Hay antecedentes artísticos en tu familia? ¿De dónde viene tu interés por la interpretación?
Siempre he considerado a mi padre un artista. Ilustrador y diseñador gráfico, tiene una empresa de publicidad y ha mantenido a su familia ejerciendo siempre su vocación artística… Aun así, no puedo decir que yo provenga de una familia de actores ni directores ni nada relacionado con mi profesión. Pero siempre les he agradecido muchísimo a mis padres apoyarme en mis proyectos y educarme en la creencia de que yo puedo conseguir vivir una vida en la que mi profesión sea a la vez mi vocación.
Mi vocación se despertó por primera vez en un escenario. Tuvimos que hacer una obra de teatro en el colegio cuando yo era un niño para recaudar dinero para nuestro viaje de final de curso… Nada más abrirse el telón… esa adrenalina…, ese intercambio vivo entre lo que ocurría en el escenario y la respuesta del público… su respiración… fue una extrañísima sensación… ¡Había encontrado mi sitio! Y cuando escuché los aplausos… ¡me sentí tan agradecido! Entonces lo supe.

  1. ¿Cómo y cuando se produjo tu formación como actor? ¿Quieres mencionar a algún profesor o compañero de esta época por alguna razón en concreto?
Comencé mis clases de interpretación en una escuela de cine de Barcelona al inicio del curso siguiente a haber representado mi primera obra en el colegio. Las combinaba con estudios de radio y televisión, el primer curso de la carrera de derecho y mi trabajo (me habían becado) en la radio… ¡Tenía que comer andando de un lado a otro!, así que fui abandonando todos los estudios que no tenían que ver con mi formación como actor y fui llenando mis horas con distintos cursos interpretativos. Estudié interpretación de texto, improvisación, análisis de guiones, teatro, televisión… Fueron unos años maravillosos... pero, sin duda, lo que más me marcó fueron mis cuatro años de trapecio. El trapecio me enseñó a combinar técnica y entrega, conocimiento del espacio y gestión de mis propios recursos… Son unos estudios que siempre recomendaría a cualquiera que quisiera dedicarse a la profesión de actor.

  1. ¿Tenías pensado otros futuros laborales además del de la interpretación? ¿Hubo algún debut ante las cámaras o en los escenarios del que no haya quedado constancia?
En aquella época parecía que si no estudiabas una carrera universitaria no cumplías con lo que se esperaba de ti… Así que me planteé estudiar periodismo. ¡Pero no conseguí la nota por una décima en la media! Eso me llevó a empezar mi carrera de Derecho… Pero al final todo quedó en nada. ¡Ni siquiera acabé el primer año! ¡Aquello no era para mí!
Después de mi primer año de estudios de radio y televisión ya estaba trabajando en la radio… y aún así, ni siquiera el periodismo me llenaba y se fue desvaneciendo al lado de los primeros pequeños papeles que me salían en televisión y en el teatro.


Como anécdota, recuerdo que me dieron trabajo para vender los programas de mano en el Teatro Condal de Barcelona. Se representaba Germansde sang (Hermanos de Sangre) por primera vez en Barcelona. A los cuatro días de quedarme en medio del pasillo con el programa en alto mientras entraba el público a la platea, decidí jugármela a todo o nada y comencé a representar un número improvisado para vender los programas… Aquél día vendí tres veces más programas que antes, y además (yo no lo sabia), habían venido todos los jefes de la productora que había preparado aquél montaje! El público se divertía, y ¡ni siquiera se fueron al bar a la media parte para continuar viendo el “numerito improvisado” del loco de los programas!
Los jefes me felicitaron mucho, y luego de los programas vinieron los CDs de la banda sonora del espectáculo… Fue una época maravillosa que acabó con mi contratación para mi primera serie de televisión en TV3.

 
  1. No he encontrado apenas referencias a la primera vez que actuaste delante de una cámara, en la serie parodia de culebrones Camino tortuoso (Canal 37-Mallorca y Canal 51-Badalona). ¿En qué consistía tu trabajo?
Ese fue un proyecto de unos compañeros de clase de mis estudios de interpretación en el CECC (Centro de Estudios Cinematográficos de Catalunya). Yo interpretaba el papel de un sicario en un culebrón llevado al límite de la parodia. Fue divertido participar en ese proyecto.

  1. Tu debut profesional ante las cámaras se produjo, si no me equivoco, en el capítulo El contracte de la serie Estació d'enllaç (TV3, 1995). ¿En qué consistía tu papel? ¿Qué recuerdas de este debut ante las cámaras?

¡Ui…! ¡Recuerdo que fue un subidón enorme! En aquel momento Estació d’enllaç era una serie que tenía mucha audiencia en Catalunya. El director era Orestes Lara, un auténtico genio… Siempre le estaré agradecido por aquel papel, porque creo que en realidad aquello se acabó convirtiendo, sin yo saberlo, en la prueba para cogerme luego en la serie Nissaga de Poder, que fue sin lugar a dudas el trampolín que necesitaba para arrancar de forma profesional mi carrera de actor.