Sí,
la serie esa de los cocodrilos. Esa
que fue la causante de muchas pesadillas y traumas de niños (y adolescentes y
adultos). Esa en la que la pobre niña rica era lanzada a los cocodrilos por su
infiel marido -observando la escena la mejor amiga de ella y, a la vez, amante
de él-. Esa en la que la protagonista queda desfigurada y vuelve sedienta de
venganza.
Es
decir, en cuanto a serie se refiere, un punto intermedio entre la clásica El Conde de Montecristo con Pepe Martín (Televisión
Española, 1970) y la contemporánea Revenge.
Pero Retorno a Edén el encanto
del kitsch y exageración ochenteros, como respuesta australiana -país donde se
rodó la serie- a Dallas, Falcon Crest o
Dinastía.