Como
bien se dice en este blog: "Hay películas que no cumplen años, que
permanecen siempre intactas, con el calor y con la fuerza de este niño que se
llama Marcelino, pues cuando lo encontraron doce frailes a la puerta del
convento, lo bautizaron con el santo del día, San Marcelino".
Por
eso, ver la película o recordar a Marcelino (y a su actor Pablito Calvo) en plena Semana Santa es más o menos lo mismo que
sucede con la desaparición de Chencho en La
gran familia en Navidad. Es una de las (pocas) películas del cine español que
se asocian con alguna época del año en concreto.
Se
ha dicho casi todo de Marcelino pan y
vino en los casi 60 años que tiene la película, dirigida por el húngaro Ladislao Vajda, basada en la historia
del escritor José María Sánchez Silva.
Pero googleando llama la atención lo
que debió de gustar la película en Japón, donde la Canción de Marcelino (de la banda sonora del compositor donostiarra
Pablo Sorozábal) se publicó en varias
ocasiones, como demuestran estas portadas de la banda sonora.