Algo debe tener el estar delante
de los focos, de los medios de comunicación, etc. que algunos, no pocos, que en
su momento fueron actores, presentadores o cantantes deciden retirarse de los
focos y de los medios y buscar refugio en el yoga y la meditación. No sólo por
su bien, sino para pasar a ser su oficio, una vez que ya pasan a ser un poco
más olvidados por el público.
El caso más famoso tal vez sea el
de Nacho Cano (del otro Nacho Cano, sin Mecano, ya hablamos
aquí), pionero en la introducción -al menos de cara al gran público- del
budismo, o de qué sepamos quién es el ai
dalai lama dalai. Más alejado de los medios, pues el último invento de
Mecadance no ha sido muy exitoso, dedica, parece, más tiempo en Miami a sugimnasio y centro de bikram yoga.
En su caso, como en el de los
personajes que hablo a continuación, la cosa va en serio, y no es que sean
famosos que hagan yoga o meditación, sino que son personas cuyo pasado como famosos no interesa en esta nueva etapa.
Por ejemplo, los casos de los actores Mariano Alameda (o Sergio Villoldo) y
María Jurado (o Elena Nieto). En los cuatro casos comparten algo en común:
haber participado en la serie más mística que ha dado la tele española (y no es
broma): Al salir de clase.