Hay en Madrid una niña,
hay en Madrid una niña. Niña que Celia se llama, ay, sí. [...] Celia, hija mía,
qué vas a hacer con tanto fantasía. [...] Celia, chiquitina, nunca serás
emperatriz de la China. Celiaaa...
A la serie Celia, dirigida por el recientemente fallecido José Luis Borau y estrenada por Televisión Española hace ahora veinte años, en la Noche de Reyes del año 1993, le ha pasado como a otras series cuya sintonía es obra de Vainica Doble (por ejemplo, Juncal, dirigida por Jaime de Armiñán en 1988, o las más antiguas Las doce caras de Eva, o Refranes, por no hablar de Con las manos en la masa): la canción de cabecera se queda en el pensamiento y la serie casi queda un poco olvidada.
Genial el momento vainiqueño, con ironía y algo de de mala
leche, ya que Celia, en efecto no sería emperatriz de la China... No más mala
leche hay al añadir a la monja con el ora
pro nobis...
La canción no era original vainiqueña (sí, su adaptación de
la letra), pues figura en uno de los capítulos, y, al parecer era una canción
de corro o de saltar a la comba o a la goma de las niñas de la generación de
Celia, personaje literario de Elena Fortún de los años 30: En Cádiz hay una niña (aquí en versión argentina; el You Tube no
deja de sorprenderme...).
En su momento, como adolescente, la serie Celia no me enganchó: qué cursi y tontaina
era la tal Celia que estaba más para allá que otra cosa. Esa es la gracia de
verla con los ojos de (medio)adulto. Uno ya se identifica más con Celia que con
el mundo adulto y por eso los papeles adultos en la serie quedan un poco
desdibujados. Mención aparte merece Aurora Redondo como Doña Benita, en uno de
esos papeles bombón de cuidadora andaluza (a lo Rafaela Aparicio en El Sur), con un acento y una gracia
andaluza que desconocía en este actriz. El padre de Celia en la serie (la madre
era Ana Duato) es una de esas filias raras, por la (supuesta) actualidad de su
actor: Pedro Díaz del Corral (de niño enamoradizo Del rosa al amarillo a estudiante universitario en Los chicos del Preu, para después ser
policía en Brigada Central o bien el
rey Fernando II en Réquiem por Granada o aparecer en Tacones Lejanos). Al parecer tuvo que retirarse de la profesión de
actor por problemas psicológicos, si no recuerdo mal...
Lo mejor de Celia es, con mucha seguridad, su protagonista.
Cristina Cruz Mínguez está impecable, creíble y repelente, como en ocasiones es
Celia. Pobre Cuchifritín, el hermano pequeño de Celia, que cae al suelo, acaba
mojado, etc. Espero que a su actor, Miguel Mañana, no le quedará ningún trauma
(no constan otros trabajos de este actor -en la actualidad, según Google, trabaja
en el campo de la publicidad y el diseño-). Difícil identificar los papeles de
las amigas de Celia, que apenas pueden lucirse y casi todas dobladas.
Cristina Cruz Mínguez debió sufrir lo suyo no rodando la
serie, sino con las repercusiones del día a día, como, por ejemplo, las
reacciones de los compañeros del colegio. En las pocas ocasiones que ha
concedido entrevistas,
ha salido a relucir que las repercusiones en su vida diaria le costaron y de
ahí, lo poco pródiga que ha sido en su carrera como actriz.
Su carrera como actriz puede darse por cerrada, según sus
palabras, pues, después de participar en El
Abuelo (1998, José Luis Garci) poco interés tuvo en ser actriz y, en la
actualidad, trabaja en una empresa de documentación, tras haber estudiado
Biblioteconomía y Documentación, y tras trabajar como bibliotecaria en un
colegio.
Descanse en paz Pedro Díaz del Corral, fallecido el 15 de marzo de 2014... :(
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