martes, 19 de febrero de 2013

Dos años sin Pierrot




Reconozco que en esta entrada no me puedo lucir, porque sé más bien poco. Lo mejor es ir a la entrada en Wikipedia, completa como pocas. La muerte de Pierrot apenas figuró en los medios de comunicación, ahora que se cumplen dos años (19 de febrero de 2011).

Es difícil definir a Antoni Gracia José, este hombre pionero en muchos aspectos. Era experto en cine de terror, lo mismo que podía escribir sobre uno de los casos de la crónica negra de España, el de la vampira de Barcelona. Llegó a tener su propia revista, compañía de teatro y cantó, aunque la palabra showman se le queda corta... Lo que más conozco de él son dos de sus libros que publicó hace unos años, Memorias trans y Un falo lo tiene cualquiera.

 

Pierrot nos dejó hace ahora dos años, y aquí está su última actuación.


No es un nombre muy conocido para el gran público, sino sólo para los entendidos, en los muchos sentidos de la palabra, sean de cultura homosexual o de cultura de terror, como los del fantaterror, cine español de terror de los años 60 y 70 y en el que Pierrot también estuvo implicado. Relacionado con estos temas creó la revista Vudú en 1975. El mundo de las revista en papel no le fue desconocido en los siguientes años, publicando Pierrot, una especie de Zero (o Party) en el año 1979. Me estaba preguntando cuántas revistas han llevado nombres propios de personas conocidas, como La revista de Ana Rosa (Quintana). No se me ocurren más en España...

 

También fue dibujante de carteles y varias obras, como collages eróticos, o actúo como actor en algunas películas relacionadas con la transexualidad (Adela, La tercera luna). Su labor más conocida, sin embargo, fue como showman, de la que habla en su libro Memorias Trans. Este es un libro casi de lectura obligada para conocer un montón de historias relacionadas con el mundo del espectáculo de hace unas décadas. Por ejemplo, la verdadera historia de Carmen de Mairena (o Miguel Brau), ahora que pasa por malos momentos.

O la historia de Amanda Lear con Salvador Dalí y los rumores del supuesto transexualismo de la Lear. Personajes y locales van apareciendo por el libro, como Barcelona de noche, Violeta la Burra, Dolly Van Doll, Paco España, Bibi Andersen (antes de ser Bibiana Fernández, después de ser Manuel Fernández Chica), Ángel Pavlovsky, Carla Antonelli, etc.. Tal vez uno de los personajes más interesantes de los que aparecen en el libro sea Madame Arthur, seguramente EL transformista más importante de las noches barcelonesas durante varias décadas. 


El otro libro que conozco de él, Un falo lo tiene cualquiera es un poco más mainstream. En él, dedicado a Pedro Almodóvar (del que da una visión poco conocida sobre él en uno de sus artículos cibernéticos...), da un repaso a una serie de ídolas que, en muchos casos, fueron los espejos en los que se vieron muchos de los transexuales de hace unos años: desde Lola Flores, Estrellita Castro, la todavía caliente (por su reciente muerte) Marifé de Triana a Concha Velasco, Esperanza Roy, Paloma San Basilio, Bárbara Rey, etc. Un montón de cotilleos, de pequeñas maldades aparecen a lo largo del libro en un who is who de las divas domésticas de hace unos años.

Lo bueno que hizo Pierrot en sus últimos años fue recopilar toda su sabiduría y darla a conocer en la red, así que sus texts, antes de salir impresos, ya estaban (y continúan estando) en la web de la activista Carla Antonelli. Enganchan bastante. Lástima que ya no puedan publicarse más textos de su autoría..

No menos importante, y lo primero que conocí de él, fue su labor como cantante, con las canciones que usaba en sus espectáculos y que en ocasiones han aparecido en algunas recopilaciones un poco outsiders, como ¡Ay, que me vuelvo loca! o Alucine Total

Los que se hayan quedado con más ganas de Pierrot, hay un documental sobre su figura, con el título significativo de Sentejuelas de sangre. Y si no os ha convencido la entrada, haced caso a Mario Vaquerizo.




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