Reconozco que en esta entrada no
me puedo lucir, porque sé más bien poco. Lo mejor es ir a la entrada en
Wikipedia, completa como pocas. La muerte de Pierrot apenas figuró en los
medios de comunicación, ahora que se cumplen dos años (19 de febrero de 2011).
Es difícil definir a Antoni
Gracia José, este hombre pionero en muchos aspectos. Era experto en cine de terror,
lo mismo que podía escribir sobre uno de los casos de la crónica negra de
España, el de la vampira de Barcelona.
Llegó a tener su propia revista, compañía de teatro y cantó, aunque la palabra showman se le queda corta... Lo que más
conozco de él son dos de sus libros que publicó hace unos años, Memorias trans y Un falo lo tiene cualquiera.
Pierrot nos dejó hace ahora dos
años, y aquí está su última actuación.
No es un nombre muy conocido para
el gran público, sino sólo para los entendidos, en los muchos sentidos de la
palabra, sean de cultura homosexual o de cultura de terror, como los del fantaterror, cine español de terror de
los años 60 y 70 y en el que Pierrot también estuvo implicado. Relacionado con
estos temas creó la revista Vudú en
1975. El mundo de las revista en papel no le fue desconocido en los siguientes
años, publicando Pierrot, una especie
de Zero (o Party) en el año 1979. Me estaba preguntando cuántas revistas han
llevado nombres propios de personas conocidas, como La revista de Ana Rosa (Quintana). No se me ocurren más en
España...
También fue dibujante de carteles
y varias obras, como collages eróticos, o actúo como actor en algunas películas
relacionadas con la transexualidad (Adela,
La tercera luna). Su labor más conocida, sin embargo, fue como showman, de la que habla en su libro Memorias Trans. Este es un libro casi de
lectura obligada para conocer un montón de historias relacionadas con el mundo
del espectáculo de hace unas décadas. Por ejemplo, la verdadera historia de
Carmen de Mairena (o Miguel Brau), ahora que pasa por malos momentos.
O la historia de Amanda Lear con
Salvador Dalí y los rumores del supuesto transexualismo de la Lear. Personajes
y locales van apareciendo por el libro, como Barcelona de noche, Violeta la
Burra, Dolly Van Doll, Paco España, Bibi Andersen (antes de ser Bibiana
Fernández, después de ser Manuel Fernández Chica), Ángel Pavlovsky, Carla
Antonelli, etc.. Tal vez uno de los personajes más interesantes de los que
aparecen en el libro sea Madame Arthur, seguramente EL transformista más
importante de las noches barcelonesas durante varias décadas.
El otro libro que conozco de él, Un falo lo tiene cualquiera es un poco
más mainstream. En él, dedicado a
Pedro Almodóvar (del que da una visión poco conocida sobre él en uno de sus
artículos cibernéticos...), da un repaso a una serie de ídolas que, en muchos casos, fueron los espejos en los que se
vieron muchos de los transexuales de hace unos años: desde Lola Flores,
Estrellita Castro, la todavía caliente (por su reciente muerte) Marifé de
Triana a Concha Velasco, Esperanza Roy, Paloma San Basilio, Bárbara Rey, etc. Un
montón de cotilleos, de pequeñas maldades aparecen a lo largo del libro en un who is who de las divas domésticas de
hace unos años.
No menos importante, y lo primero
que conocí de él, fue su labor como cantante, con las canciones que usaba en
sus espectáculos y que en ocasiones han aparecido en algunas recopilaciones un
poco outsiders, como ¡Ay, que me vuelvo loca! o Alucine Total
Los que se hayan quedado con más
ganas de Pierrot, hay un documental sobre su figura, con el título
significativo de Sentejuelas de sangre. Y si no os ha convencido la entrada, haced caso a Mario Vaquerizo.
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