Presentamos en las entradas anteriores del blog la tercera temporada de
Aquí hay no hay quien viva, formada
por treinta y tres episodios, que estuvieron en emisión entre octubre de 2004 y
julio de 2005. Así finalizó esta temporada.
23. Érase un vicio
Debido a un conato de incendio, se prohíbe fumar en la comunidad, lo
que es aprovechado por algunos vecinos para intentar dejar de fumar. Por ello,
Belén, Mariano, Andrés y Marisa ocupan el piso de Juan para que les dejen
fumar. Bea busca a Mauri un acompañante (Martijn Kuiper) para que no vaya solo
a la boda de Diego y Abel y lo encuentra en una agencia de contactos, sin
saberlo Mauri. Lucía y Roberto siguen en su relación de tira y afloja: él hace
creer que está saliendo con Belén y ella utiliza a Carlos para el mismo fin.
Bea rompe con su novia, la abogada Rosa (María Almudéver), pues esta tiene
celos de su relación con Mauri.
24. Érase una administrador
La comunidad contrata a un administrador para evitar irregularidades en
el edificio, recayendo el cargo en Gregorio (Fermí Herrero). Esto no es bien
recibido por Emilio, al que acaban despidiendo, turnándose los vecinos en la
limpieza de las zonas comunes del edficiio. Belén chantajea a Emilio, diciéndole
que le dirá a su novia Carmen que están teniendo encuentros sexuales a espaldas
de ella. Pero Emilio tiene un gatillazo con Belén y se preocupa, yendo al
urólogo (Paco Racionero). Juan e Isabel jugan un partido de pádel contra un
compañero de Juan y su esposa (Juan Carlos Martín y Yolanda Ulloa), para que le
den trabajo. Juan acaba dándole un raquetazo a su compañero de trabajo y le
sustituye en su colegio, para lo cual tiene que enfrentarse a la entrevista que
le hace en su casa el sacerdote director de ese centro educativo (Antonio
Medina) y su sacerdote ayudante (Norberto Arribas).
25. Érase una traición
Hay una nueva chica de limpieza en la comunidad (Mar Bordallo). Lucía
abre una ropa de tienda en la portería del edificio, pues Emilio y Mariano han
sido echados de ella, acampando delante del edficio. Emilio tiene un juicio por
haber sido despedido como portero, siendo el juez interpretado por Ángel
Amorós. Lucía y Carlos vuelven a estar juntos y sufren por los celos. Mauri
juega a dos bandas con Fernando -de vuelta de su etapa trabajando en el extranjero-
y Diego: tiene una cita doble intentado que sus dos pretendientes no se
enteren.
26. Érase el primer presidente gay
Hay un sorteo para decidir quién será el nuevo presidente de la
comunidad, recayendo el puesto en Mauri. Él no quiere tomar el cargo, por eso
aprovecha que enferma de sarampión para hacer creer a los vecinos que está
infectado de una contagiosa enfermedad africana. Otra mujer de la limpieza
aparece por el edificio (Empar Ferrer), con malos modales. Mauri le pide a
Fernando que vuelvan a vivir juntos. Carlos pide matrimonio a Lucía, aceptando
ella, pues tiene problemas de dinero, recurriendo a su padre (Nicolás Dueñas).
27. Érase una tragaperras
Mauri instala una máquina tragaperras en el edificio para que Concha
logre así pagar las deudas que tiene con la comunidad de Desengaño, 21. El
problema es que Isabel acaba viciándose al juego, creyendo los vecinos que está
siendo infiel a Juan. Carmen pasa a ser la nueva compañera de piso de Belén,
por lo que las dos relaciones recientes de Emilio pasan a vivir juntas. El
problema surge cuando el exnovio de Carmen (Santiago Urrialde) aparece en el
piso, siendo alguien posesivo y violento. Alba (Marta Belenguer), la mujer de
Diego, aparece en el edificio para decirle a Carlos que está embarazada de él.
28. Érase un desgobierno
Nieves La Chunga deja la
comunidad y abandona a Andrés, con el que tenía una relación que no acababa de
consumarse. Andrés aprovecha esta situación para ocupar el piso vacío (el 2ºB)
con su hijo Álex. Los vecinos creen que hay fantasmas en este piso, contatando
a una médium para ahuyentar los fantasmas (Elena Sendón). Lucía está
obsesionada con la idea de casarse, pero no sabe con quién hacerlo, si con
Carlos o con Roberto. Belén conoce en el videoclub a un chico muy deportista
(Ismael Martínez), haciéndose pasar ella por chica muy aficionada al deporte.
Mariano aprovecha el desgobierno reinante en la comunidad para crear una
piscina chill out en la terraza, que
acaba hundiéndose en el piso de Alicia. Carlos y Roberto, luchando por el amor
de Lucía, acaban retándose en un circuito de karts.
29. Érase un regalo de boda
Isabel, tras abandonar el piso 1ºB y dejar a Mauri con Fernando, pasa a
habitar el 2ºB, que ocupa Carmen. En el piso 3ºB aparece una nueva vecina, la
azafata Ana (Vanessa Romero), la nueva compañera de Belén en dicho piso, que se
muere de envidia por lo atractiva que es la azafata. Ana pasaba las vacaciones
de niña en Gandía con Roberto e intenta ligar con él, recordando su infancia
juntos, por lo que acaban besándose. Lucía invita a los vecinos a su boda, a cambio
de que le hagan un buen regalo de boda, que acaba siendo un sillón relajante
usado anteriormente por los vecinos y siendo quemado por un cigarrillo de
Marisa. El padre de Lucía (Nicolás Dueñas) le ofrece a Carlos boicotear la boda
entre esta y Roberto fotografiándole con una prostituta. Juan propone a Isabel
tener un hijo, que ella no desea, por lo que a sus espaldas se pone un diu.
30. Érase otra boda
Carlos acepta que Lucía finalmente no le haya escogido para ser su
marido, ayudándola en la boda con Roberto. Su comportamiento es normal hasta
que en medio de la boda anuncia a todos que Roberto ha sido infiel a Lucía
besándose con la nueva vecina Ana. José Miguel es detenido por la policía al
ser descubierto pintando unos grafitis, por lo que Juan e Isabel deciden que se
vaya a un internado en Irlanda. Juan e Isabel por fin tiene el piso para ellos
solos, pues Natalia se ha ido a vivir a un piso compartido y Álex está en Ibiza
de camarero. El problema es que Juan e Isabel no saben qué hacer solos y van a
Irlanda a ver a José Miguel, sin saber que José Miguel no ha subido al avión,
escondiéndose en el edificio. Aparece en la comunidad una antigua amante de
Mariano (Lina Morgan) a la cual Mariano quiere sorprender, pidiendo a Juan e
Isabel que le dejen su piso, decorándolo de nuevo, pues Mariano hacía creer a
su amante que era torero cuando tuvieron su relación.
31. Érase una luna de miel
Roberto se siente culpable por haberse besado con Ana antes de la boda
con Lucía y esta no quiere darle el divorcio. Lucía aprovecha el vídeo de su
boda para enviarlo a un programa de televisión, Noche de impacto (los presentadores de dicho espacio, Liborio
García y Olga Marset, hicieron un came en este episodio). Lucía está desanimada
y no quiere irse de luna de miel a las Islas Fidji, proponiendo que se sortee
entre los vecinos de Desengaño, 21, que acaban ganando Carmen y Bea, a las que
los vecinos llaman las lesbis, por
creer que son pareja. Marisa, Vicenta y Concha intoxican a las lesbis para poder irse de viaje, y las hermanas Marisa y
Vicenta también lo hacen con Concha, pues sólo hay dos plazas en el viaje. Pero
finalmente no pueden subirse al avión, pues los billetes están a nombre de
Isabel y Carmen. Emilio y Belén también quieren irse de viaje, en su caso a
Cuba, gracias a los billetes que les consigue Ana. Para ello, Emilio mete a su
padre Mariano en una residencia de ancianos (su directora estuvo interpretada
por María Jesús Hoyos). Pero Emilio se pone nervioso en el avión y finalmente
acaban por desistir en su idea del viaje. Se produce un enfrentamiento entre
Mauri y Fernando con Juan e Isabel: ambas parejas quien adoptar un hijo,
examinando sus casos varios asistentes sociales (Maite Atares y Jesús Calvo).
Finalmente ganan la adopción la pareja de Mauri y Fernando, pero no reciben un
bebé o un niño, sino un adolescente rebelde de 13 años (Pablo Fernández de la
Cruz).
32. Érase un cirujano plástico
El piso 2ºB es alquilado en este episodio por Juan a dos cuarentones
solteros, un cirujano plástico (Juanjo Puigcorbé) y su amigo (Juanma Cifuentes).
El cirujano aprovecha para intentar colocar sus operaciones a algunos vecinos,
por eso Isabel se opera los labios. La presencia de estos personajes era un
reclamo para dar visibilidad a la serie A tortas con la vida, contonces en emisión en Antena 3. Belén tiene un nuevo
trabajo como socorrista -sin saber nadar- en una urbanización, siendo acosada
por el presidente de dicha comunidad (Ramón Agirre).
33. Érase unas vacaciones
El padre de Lucía (Nicolás Dueñas) regala unas vacaciones a los vecinos,
sin saber estos que su plan es que el edificio se quede vacío para así
incendiarlo (a lo torre Windsor) y poder comprar todos los pisos de Desengaño,
21. Las vacaciones son en Benidorm, pero en un complejo turístico que no es tal,
sino una residencia de ancianos sin trabajadores que atender a los vecinos.
Otros vecinos tienen otras vacaciones: Carlos y Lucía en un hotel de lujo,
logrando Carlos que duerman en una misma habitación y teniendo celos del guía
que tienen en su viaje (Benito Sagredo); Belén y Emilio, por su parte, en un
camping, pero no acaban de hacerse al lugar. Por ello, Emilio acaba yendo de
vacaciones con el resto de vecinos. Belén vuelve al edificio, donde se ha
quedado solo Mauri, sin vacaciones. Ambos tienen miedo por escuchar ruidos en
el edificio... El episodio -y la termporada- finalizó con una papelera ardiendo
en el edificio y con la llamada que recibe Juan: su mujer Paloma se ha
despertado del coma en el que llevaba desde hacía varios meses.
Cerramos la entrada con algunas portadas de revistas
relativos a la tercera temporada de Aquí
no hay quien viva, así como este vídeo de tomas falsas de esta temporada y
otro relativo al cómo se hizo uno de los episodios de dicha temporada.
Seguiremos en futuras entradas con otras temporadas de esta serie.
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