He caído en este tema gracias a Baccara (bueno, uno de los esquejes), a las que han modernizado su Yes sir I can boogie el grupo Sala & The strange sounds. Aquí está
la muestra.
Me meto en terrenos un poco pantanosos, porque la verdad es que los
conceptos de diva + cañí no son de lo más in
y no se sabe muy bien dónde se cierra y abre las fronteras para calificar a
una persona, mujer cantante (y/o actriz) diva cañí. Por cierto, diva no es más
que artista de fama superlativa (definición que parece hecha por divos
académicos) y cañí, persona de raza gitana. Aquí uso cañí como todo eso que
engloba como de aquí, lo nuestro (otro
terreno pantanoso...).
El ejemplo que hemos tenido últimamente ha sido con la muerte de Sara Montiel, SúperSara para unos cuantos y Sarítissima
para otros. No eres nadie en este país si no tienes un apodo o sobrenombre. Se
me ocurren ahora La Faraona para Lola Flores, o La más grande para Rocío Jurado
o La tanqueta de Leganitos para Massiel. Las otras protagonistas de hoy no
llegan, si seguimos este supuesto, a la categoría de diva con sobrenombre (por
orden alfabético, para que no haya piques entre ellas: Raffaella Carrà, María
Jiménez, Karina, Isabel Pantoja, Encarnita Polo).
Los obituarios de Sara se han diferenciado entre los que solo se quedaron
con la Violetera, el Fumando espero y demás, y los que
hablaron de declive artístico con puntos culminantes como su matrimonio con el
cubano Toni Hernández y aquella legendia frase de pero qué pasa, pero qué invento es esto. Solo unos pocos han
hablado de lo moderna que era Sara, diva, no sé si tan cañí (por su experiencia
en Hollywood), modernizada gracias al SuperSara,
Marvelous o Absolutamente.
A Sara no hizo falta modernizarla: fue moderna cocinándole huevos fritos a
Marlon Brando, siendo de las últimas personas que vieron con vida a James Dean,
y, por estos lares, saliendo en el Interviú cuando le apetecía, cantando
canciones de Nacho Canut y Carlos Berlanga (SúperSara
o Atrévete otra vez), anunciado los marvelous premios MTV, acuñando frases
como qué pasa, pero qué invento es esto,
y cantando el Absolutamente de
Fangoria.
Tal vez Lola Flores ganó en
modernidad a Sara Montiel, al menos la Faraona se le adelantó y fue de las
pioneras en rapear con el Cómo me las
maravillaría yo. Menos conocido, en cambio, aunque más reciente, fue su ¡Ay Alvariño!,
un pequeño hit de culto, de inicios de los 90, que cantó en programas como La quinta marcha, compuesto, si no me
equivoco, por Luis Miguélez.
Otra diva con sobrenombre, Rocío
Jurado, no tuvo entre sus hits, que yo sepa, alguno tirando a moderno,
algún rap, alguna colaboración o dueto o remix que la modernizara. Tal vez el
boom Rociíto de los años noventa desdibujara un poco su aura de artista de las
de toda la vida, que no cayó en manos de productores modernos o postmodernos.
Algo de moderneo tenía, tal vez, el Me ha
dicho la luna. Y moderno como más con aquellas fotos en chandal y gafas de
sol tipo soldador...
Massiel es de esos personajes que tienen la suerte de
seguir saliendo en los medios, de ser de las modernas que en un debate puede
opinar sobre todo y que es mucho más que alguien bailando con un mantón en una
boda. Si hay que escoger una foto de la España moderna de los 60 sería su traje
de Courreges en Eurovisión (vale, junto con el traje de Pertegaz de Salomé en
el año siguiente). Ella siempre ha sido y será moderna: ya sea cantando las Rosas en el mar de Luis Eduardo Aute,
representando a Bertol Brecht en el teatro junto a Fernando Fernán Gómez o
cantanto el Noa Noa de Juan Gabriel
(hit chochi donde los haya), el Eres o
el Absurdo de Adriano Celentano...
Lástima que esté más bien vaga para volver a los escenarios (como cantante, no
como pedazo de actriz, ya sea en La vida
alegre de Fernando Colomo o en el reciente Folies en los escenarios madrileños).
El resto de divas no tienen
sobrenombre, aunque son facilmente reconocibles por el apellido y el artículo.
Por eso, la Carrà, Raffaella Carrà, raca racarra, como la llamaban Martes y
13, fue moderna en su pelo, en su baile del tuca tuca y en su acento. Sus hits
anunciaban modernidad, como el 03 03 456
(anuncio de la importancia de los móviles en décadas anteriores) o Lucas (una salida del armario antes del outing de los últimos años). Además,
tiene entre su discografía un hit de nuevo de Canut y Berlanga, el No pensar en ti y últimamente ha colaborado
con el DJ David Guetta (el muy petardo ha reconocido que no le gustaba la mitad
del Far l’amore).
María Jiménez fue ya de las modernas cantando aquello de Se acabó o Háblame en la cama; además de hacerse llamar La Pipa. Se hizo
moderna sin darse apenas cuenta, ni de lo que cantaba, supongo, ni de la
repercusión que tendría, con el pelotazo de La
lista de la compra de La Cabra Mecánica. Luego la hicieron más o menos (post)moderna
con el traje de pavo real y cantando a Sabina (como este no es santo de mi
devoción, pasopalabra). Tal vez lo
más moderno que haya hecho haya sido destrozar diez mil discos piratas encima
de una apisonadora. Me hubiera gustado saber qué hubiera dicho Luis Carandell
en un hipotético Celtiberia Show 2.0.
Y pregunta sin respuesta: ¿por qué fue fichada como colaboradora de Sálvame y solo salió una día en el
programa?
Karina es una de las cantantes que gran parte del
público pide que se renueve, que su estilo está desfasado. Yo no soy de esa
opinión, y creo que su supuesta candidez e inocencia son valores que entre las
divas cañís no se llevan tanto. No hay más que verla actuar en Los chicos del Preu para ver que era de
las más modernas. En esta película actuaba junto con la desaparecida Marta
Baizán, ¿dónde habrá quedado esta chica? [Era recurrente el papel de Mart
Baizán como hija de Paco Martínez Soria en algunas de sus películas] Karina ya
intentó modernizarse en un grandes éxitos en dueto con DJ Kun (El baúl de los recuerdos), pero la cosa
no fue a más, y esperemos que un Bunbury o Fangoria cuenten con ella para algún
dueto (la versión de Un mundo nuevo de
Fangoria, aun sin contar con Karina, es una muy buena versión).
Pasaré de puntillas por Isabel
Pantoja, que demasiado tiene encima, para recordar que sus remixes con los
Pumpin’Dolls no tuvieron demasiado éxito, a pesar de los hitazos que son el Marinero de luces o el Se me enamora el alma. Me pregunto si
ella es moderna o que la modernizaran en ese disco (Isabel Pantoja by
Pumpin' Dolls) fue más bien cuestión de márketing. De aquí a nada será su
hijo, Paquirrín/Francisco José/Kiko/Kiko Rivera DJ o como coño se llame, el que
haga los remixes...
Dejo para el final otra de las más modernas, la gran Encarnita Polo. Su Paco
Paco Paco (hace dos días volvió a ser hit por el baile de Beyoncé) o Pepa Bandera siguen siendo hits (anque
no han sido sampleados, versionados, etc. que yo sepa...). Ella también intentó
modernizarse cantando junto con una de las formaciones de Loco Mía, y el Ya no lloro
más, pero la cosa no fue a más... No es tan moderna su web, que sigue
funcionando, y en la que se puede pedir su último disco, Loca (1998), al precio de 2.250 pesetas...
No sé cómo encajar a otras de esas filias que si salen en los medios
enganchan, ya sean bailaoras (La Chunga), personas de la buena sociedad (Pitita
Ridruejo, Cuqui Fierro, etc.). Siempre han sido y serán modernas (a pesar de muchas de sus
ideas...). Me pregunto si hay más divas domésticas que hayan intentado
modernizarse cantando algo que no se esperaba de ellas...
La Jurado se modernizó cantando Sobreviviré de la Naranjo versionando a su vez a Mina. Además tb fue muy rompedora en los ochenta cantando Muera el amor con chupa de cuero. Massiel además tb sacó una versión "modernita" del La La La en el año 97 y que la presentó en la gala que anunciaba que Mikel Herzo iría a Eurovisión y que era horrible. En YouTube no hay rastro por desgracia. Sobre esto, como te decíam hice un post en el mismo rollo hace ya un par de añitos http://sufridores-en-casa.blogs.teleprograma.tv/2011/05/20/fichas-practicas-como-modernizar-tu-carrera-de-folclorica/
ResponderEliminarpues no sé si la Carrà ha colaborado con el David Guetta .... pero Far l'Amore es con Bob Sinclar
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