- ¿Hay antecedentes artísticos en tu familia? ¿Cuándo y cómo decidiste dedicarte a la interpretación?
En mi familia hay 4 pintores: José Antonio
Fernández-Muro, Sara Grilo, Juan Muro y Juan Giralt. Y un escritor: Marcos
Giralt Torrente.
Pero no hay ningún actor.
En 1976 entré en una escuela llamada “Centro de Estudios
Teatrales”. Me gustó tanto que dejé todo y decidí ser actriz.
- Tus inicios en cine coincidieron con un boom de directores cine que modernizaron el cine español tras la dictadura franquista y que contaron contigo para algunos de sus primeros trabajos. Por mencionar algunos: Fernando Colomo (¿Qué hace una chica como tú en un sitio como este?, 1977; La mano negra, 1980; Estoy en crisis, 1982), Iván Zulueta (Arrebato, 1979), José Luis Garci (Volver a empezar, 1982), Pedro Almodóvar (Laberinto de pasiones, 1982), José Luis Cuerda (Pares y nones, 1982), etc. ¿Cómo lograste estos trabajos? ¿Pruebas de cásting o bien el buen sabor de boca que dejabas en estos directores hacía que hablaran de ti entre compañeros?
Yo creo que en esa época no había castings. Me empeñé en
conocer a Colomo, que era amigo de un amigo, y ahí empezó a funcionar el boca a
boca.
- ¿Te ha pesado en algún momento participar en películas icónicas de este nuevo cine español como Arrebato (Iván Zulueta, 1979) o Laberinto de pasiones (Pedro Almodóvar, 1982)? ¿Crees que hay parte del público que te sigue asociando a estas peliculas?
No me ha pesado en absoluto. Todo lo contrario. Haber
trabajado con Iván ha sido para mí un gran orgullo. Y también con Pedro.
Sí, tienes razón, después de tantos años, todo el mundo
me sigue recordando por eso.
- ¿Echas de menos que directores con los que empezaste no hayan vuelto a ofrecerte papeles o es algo común y normal entre directores y actores?
No sé lo que es normal entre actores y directores. Sé más
o menos lo que me ha pasado a mí. Lo que te puedo decir es que mi mundo es muy
imprevisible.
- Repetiste con Iván Zulueta en el episodio Párpados de la película colectiva Delirios de amor (1989). ¿Qué diferencias notaste respecto a la época de Arrebato, habiendo pasado diez años?
Iván seguía siendo igual de genial. Yo me sentí menos
implicada en el proyecto al ser mi papel de menor peso. Pero de Iván sólo puedo
hablar bien.
- Has hablado en varias ocasiones de cómo era trabajar con Iván Zulueta. ¿Has pensado alguna vez cómo sería la vida (y filmografía) de este director en 2013?
He hablado mucho de Iván y de Arrebato. Es una pregunta muy difícil. Lo que te digo es que si a
Iván no le hubiera sucedido lo que le sucedió, el cine en España hubiera tenido
un referente mucho más avanzado, con mayor peso y personalidad. Y la vida con
Iván vivo, para mí, como amigo al que he querido mucho, hubiera sido mucho más
agradable.
- Para muchos chavales de la época te convertiste en algún muy familiar a través de la televisión, por participar en la teleserie que se incluía en el programa infantil Cajón Desastre, Pase sin llamar (1988-1991), en la que formabas familia junto a tu marido Ángel de Andrés López y tus hijos Lucas Martín y Raquel López. ¿Qué supuso ese papel para ti?
Tres temporadas de trabajo continuo. El primer piso que
me compré. Y un aprendizaje valiosísimo ante las cámaras de T.V. Aparte de una
amistad que aún perdura con Rafael Herrero, su director.
- Repasando tu carrera abundan los papeles episódicos en televisión (Eva y Adán agencia matrimonial, Las chicas de hoy en día, Farmacia de guardia, Los ladrones van a la oficina, Ay señor señor). ¿Te llegaron entre los años 80 y 90 propuestas para papeles continuados en televisión?
Si me hubieran
llegado, los habría hecho. Digo yo.
- Tu primer papel fijo en una serie de televisión fue en la serie de las televisiones autonómicas Colegio mayor (1994-1996). ¿Cómo afontaste, con tu carrera ya bien encaminada y de muchos papeles, tener un papel durante varios años, como fue tu Carmen Castillo González del Colegio Mayor Baroja?
Muy bien, pero no fue de muchos años. Yo creo que fue
uno. Entonces trabajar en T.V. era un lujo, tanto por los horarios como por los
salarios.
- Repetiste en otra serie, de cierta polémica inicial, Tío Willy (1998). ¿Os dio miedo, al equipo de la serie, la posible repercusión y críticas a la serie, por ser una serie pionera al tener como protagonista un homosexual?
No tuve ningún miedo. Fíjate que ni me acordaba de eso.
Aprovecho para decir que la condición sexual de las personas, siempre me ha
dado igual.
- En el año 1999 tuviste uno de los papeles en cine más sinceros y contenidos, que supuso tu primera colaboración -junto a Manolito gafotas (1999)- con Miguel Albaladejo, en el último Ataque Verbal, junto a la cantante Lucrecia. ¿Cómo fue tu primera vez con Miguel Albaladejo?
Enseguida supe que con Miguel me iba a entender de
maravilla, porque confía plenamente en el actor que tiene delante. El rodaje de
“Ataque Verbal” fue difícil (por estar tanto tiempo a remojo), pero es uno de
los papeles de los que me siento más orgullosa. (Sin duda por el entendimiento
con Miguel).
- Has repetido con Albaladejo en la película Nacidas para sufrir (2009), así como en la miniserie Carmina (2012). Somos muchos los que esperamos que te escriba un papel protagonista para ti. ¿Te gustaría que eso sucediera? ¿Cómo te imaginas ese papel?
En “Nacidas para sufrir”, en un momento del proceso del
reparto, Miguel me propuso para Purita pero el productor consideró que me
faltaba “nombre” para hacerlo.
Lo pasé mal pero la vida es así.
- Tu papel en la serie Paco y Veva (2004) tal vez haya sido uno de los más curiosos, por tratarse de la (según mis informaciones, única) serie musical adulta de la televisión española. ¿Cómo te enfrentaste a este papel que implicaba también cantar y bailar para la televisión?
Con cierto
temor porque canto muy mal. Me defiendo mejor bailando.
- Tu Doña Paquita de Amar en tiempos revueltos (2008-2009) hizo que entraras en las casas de los telespectadores durante las tardes de varios meses. ¿Cómo afronta una actriz de tanto bagaje como el tuyo el entrar en una serie diaria ya asentada? ¿Es tan duro el ritmo de estudio y grabaciones en una serie diaria?
Sí, es duro. Me
pasaba el día estudiando. Para colmo, ese invierno también hacía teatro.
Trabajo y trabajo. Aún así me gustaba mucho mi doña Paquita, y sentí mucho que
me casaran y me sacaran de la serie.
- Algunos te echamos de menos delante de las cámaras, pero vemos que estás muy activa, por ejemplo, en la escritura, que te llevó a escribir relatos que has publicado en los libros Niñas y malas (2009) y Azogadas (2011). ¿Tienes pensado seguir escribiendo? ¿Harás alguna adaptación en forma de cortometraje o largometraje de alguno de tus relatos?
Más me echo de menos yo.
Sí, sigo escribiendo. Ahora estoy liada en una obra de
teatro, aún sin título.
No tengo pensado de momento adaptar ningún relato. Aunque
sé que son muy cinematográficos.
- Junto a la interpretación y a la escritura te dedicas a la formación, como profesora de interpretación para la escuela Central de Cine. ¿Qué te aporta la docencia? ¿Qué diferencias notas entre tú como aspirante a actriz en los años setenta y tus alumnos actuales?
Con la docencia se aprende mucho. Ves muy claramente los
defectos y las trampas en los que puedes caer como actriz.
La diferencia es muy grande. Veo que ahora hay menos amor
al oficio y más amor a la fama.
- Eres una de esas actrices de físico muy reconocible y que gran parte del público asocia a la comedia. ¿Tu físico ha jugado en contra o a tu favor para tu carrera?
Para algunos
papeles ha jugado a favor. Para otros en contra.
- He dejado fuera de la entrevista tu larguísima experiencia teatral que te ha llevado últimamente, a escribir y protagonizar tu propio texto Un pasado en venta para La Casa de la portera. ¿Te has planteado dirigir una adaptación de un texto tuyo para teatro?
No lo sé. De
momento, no.
- ¿En qué proyectos has estado involucrada últimamente? ¿Cómo ves tu futuro como actriz?
No veo el futuro. En este momento nadie lo ve en este
país. Espero seguir. Y me veo haciendo proyectos más minoritarios y personales.
- Siempre que leo entrevistas de actores me quedo con ganas de saber qué pruebas de cásting no superaste, o que trabajos no pudiste hacer por incompatibilidad con otros. Aprovecha para desvelarnos algo...
Te cuento algo que muy poca gente sabe. Tuve la inconsciencia de
decirle que NO a Almodovar en una ocasión que no cito, porque estaba haciendo
mi primera función de teatro con mucho éxito de público y crítica. Pensé que
como Pedro y yo nos conocíamos desde el principio de nuestras carreras, me
volvería a llamar pero...no sucedió. Hay que decir que mi representante de ese
momento no me pudo asesorar peor.
- Si se ha quedado algo en el tintero, ¡dispara!
Que he sido muy sincera. Será porque no me suelo resistir cuando veo a
alguien tan informado como tú.
Pues Marta habría sido una Purita de lujo, aunque Adriana Ozores también lo bordó. Adoro a esta mujer, en serio.
ResponderEliminarHizo de monja carmelita en la serie de TVE Teresa de Jesús de Josefina Molina con Concha Velasco en 1983.
ResponderEliminarAcabo de descubrir tu blog y como enamorado del cine y la televisión de los 70 y 80, debo felicitarte porque me encanta; sobre todo las entrevistas a personalidades de nuestro país. Lo exploraré al completo con mucho gusto. Muchas felicidades. Y por cierto, te invito a visitar el mio sobre cine, si lo deseas: www.micinefiliaparticular.blogspot.com
ResponderEliminarUn saludo.