Museo de las Muñecas Marín (Chiclana, Cádiz)

He de reconocer que mi contacto con el mundo de las muñecas Marín, vamos, de las flamencas de encima de la tele, ha sido escasa. No recuerdo que en mi familia alguien haya tenido una muñeca flamenca, ni en casas de amigos o tal. Como mucho, me recuerdo de chinorri mirando en los escaparates a ver si debajo del traje de flamenca había bulto o no, como con las Nancys morenas, rubias o negras y Barbies.

Sí que he vuelto a pensar en ellas gracias al reality de Alaska y Mario, con su muñeca de Lola Flores en medio de una mesa que salía en algunos enfoques en su piso que reivindico como futura casa museo desde ya (esas vitrinas llenas de objetos variados es de las cosas que más envidia me dan). Aquí vemos esta genuina muñeca Marín de los años 80 (o tal vez 90), creo recordar, en el homenaje que le hicieron tanto a la muñeca como a Lola Flores en el programa de Los Morancos de Canal Sur.

Nunca está de más recordar a LolaFlores, y menos si lo hace Alaska.

El Museo de Muñecas Marín de Chiclana, en un inhóspito polígono industrial en los alrededores de Chiclana recoge una (pequeña, supongo) parte de la producción de la fábrica de muñecas más antiguas de España, de 1928. Se nota que está hecho con cariño y en él hay un montón de papeles de contabilidad, antiguos catálogos, etc. de la empresa de José Marín Verdugo. Pegadito al museo está la fábrica, para ver de primera mano cómo se fabrican las muñecas.

 

Tal vez se echan de menos más muñecas regionales y de países, para buscar la del sitio de donde viene uno. Los modelos más antiguos no han podido ser recuperados, ya que los pocos ejemplares que hay están en el Museo de Juguetes de Figueras.

Lola Flores está representada en dos muñecas, la que sirve para imitar a Antonia en el vídeo de los Morancos y otra con traje de faralaes. 

 

Al parecer, Marín fabricó otra única muñeca basada en un personaje vivo, el de la castañuelista Lucero Tena. Muy fan de Lucero Tena, del nombre y de ella. Reivindico para ella una estatua en el Museo de Cera de Madrid, como la de la equilibrista Pinito del Oro colgada en un trapecio, en postura de castañueleando.

La muñeca gigante de los Reyes de España no sé si llegó a venderse o era regalo para infantas y demás, por si echaban de menos a los papis en viajes oficiales y demás.

 

Los malos augurios de que souvenirs 100% españoles no sobrevivirían al gigante chino parece no cumplirse, puesto que la producción de Marín sigue en activo, aunque es verdad que en muchas tiendas sólo hay guarrisouvenir chino...