Las sintonías de la vuelta ciclista a España

Pelotón. Gregario. Pájara. Rompepiernas. Serpiente multicolor. Avituallamiento. Meta volante. Sprint final. Estas palabras han desaparecido de mi léxico, puesto que hace años que no veo La Vuelta a España, el Tour de Francia o el Giro de Italia. Doping. Bueno, esta palabra en los tiempos de Perico Delgado y Miguel Induráin no existía (o hacían que no existía).

Supongo que no soy el único que tiene estos recuerdos de la Vuelta a España:

-Si llegaba a tu ciudad ese día no había clase por la tarde.

-Ibas con una libreta a la zona de meta (o a la puerta de los hoteles) a que te firmaran autógrafos, aunque ni supieras quiénes eran los ciclistas.

-Intentabas conseguir todo el merchandising posible. Entonces no se usaba esta palabra, sino a ver qué dan. Así tu habitación se llenaba de lo que daban de marcas asociadas a las vueltas ochenteras y noventeras como BH, Banesto, Kas, Kelme, Seguros Amaya, etc.

-Con un poco de suerte, alguno de tu clase era primo o tal de grandes nombres del ciclismo de hace unos años: Lale Cubino, Álvaro Pino, Julián Gorospe, Melcior Mauri, Peio Ruiz Cabestany, Iñaki Lejarreta, etc. Mencionar estos nombres es como con los compis de EGB, BUP o COU. Les pones nombre, pero apenas te viene su cara a la memoria.

La cosa daba incluso para chistes, como éste: ¿Qué le dice Perico Delgado a Laurent Fignon? ¡Pinchastes! De fondo, claro, el U Can’t touch ist de McHammer.

Perico Delgado, en activo como comentarista de competiciones ciclistas para Televisión Española, para algunos ha quedado como icono ochentero y se le atribuye el haber dicho hace bien poco el demodé efectiviwonder. Muy fan del supuesto origen de ese efectiviwonder.  Muy fan también de que el grupo efectiviwonder tenga más de 50 000 fans en el Facebook. Perico Delgado debía ser un poco botorote, pues incluso una vez llegó tarde a una etapa.
 

Los que perdimos la afición al ciclismo nos hemos quedado con otros recuerdos. Por ejemplo, Leticia Sabater como azafata entregando el ramo de flores al ganador de la etapa (documento gráfico que no encuentro en Google, pero yo juraría haberla visto; lo mismo yo también difundo esta leyenda urbana). Y, claro está, el otro recuerdo son las sintonías de la vuelta.

Tengo guardada una en la memoria, el Pedaleando, de Serafin Zubiri, de 1988, que está presente en el listado que ofreció hace un par de años TVE en su recuerdo a las sintonías de la vuelta. Pedaleando, te voy buscando...

Esta falta precisamente, del disco que hoy os traigo El disco de la vuelta ciclista. Los temas más importantes que han sonado como sintonía de la vuelta.

En él se recopilan algunas sintonías de la vuelta. Creo que en la memoria colectiva se guardan sobre todo las de Azul y Negro como Me estoy volviendo loco -1982- o No tengo tiempo (Con los dedos de una mano) -1983-. Menos conocida es la de 1993 (Two-pa-ka-ka) 

El CD es una mezcla casi bizarra, pues los que elegían sintonías de la vuelta lo mismo te metían el Take on me de A-Ha (1986) que a Ana Obregón y Ramón García (Morena, 1996), a Tino Casal (Pánico en el Edén, 1990), Iván (Baila, 1985) o uno de esos rollos new age que Luis Cobos nos coló en los años 90 con El Bosco y Children of light (1992).  

Una de las primeras sintonías de la vuelta, de 1977, fue una polka vienesa de Johann Strauss (Trisch Trasch Polka). En mi memoria guardo la de 1991, que sí tengo asociada a imágenes de ciclistas: Havana-No Smoking (¿Alguien sabe algo de este grupo?).

También recuerdo la de 2001, con Pastora Soler y su Corazón congelado, en un vídeo muy chulo rodando en Salamanca, de donde salió la Vuelta ese año.

La última, la de 2006, con Nena Daconte y el En qué estrella estará (Antonio Banderas sobra).

 

En los últimos años, mucho me temo, tiran más de talonario (supongo que antes también, pero no se notaba tanto...), y el mundo de las sintonías de la vuelta (como la misma vuelta) parece estar más bien un poco devaluado...