Presentamos en la entrada anterior a la actriz Gracita Morales, una actriz
cómica cuya vida, al parecer, tuvo más de drama que de comedia. Seguimos
repasando su carrera artística en cine, ocupándonnos en esta ocasión de sus
trabajos entre los años 1963 y 1969.
En el año 1963, por ejemplo, estrenó Los guerrilleros (Pedro L. Ramírez;
personaje: Marcelina) o Cuatro bodas y pico (Feliciano
Catalán; Micaela). La más importante tal vez fue Chica para todo (Mariano
Ozores), uno de sus primeros protagonistas, formando pareja con el actor con el
que más repitió como cabeza de cartel, José Luis López Vázquez, en uno de sus
característicos papeles de empleada de hogar, aquí llamada Petrita.
A partir del año 1964 Gracita Morales tuvo más protagonistas en cine, como en
La
chica del gato (Clemente Pamplona; personaje: Guadalupe) o Los
Palomos (Fernando Fernán Gómez; Virtudes).
Siguieron películas en 1965 como Historias de la televisión (José
Luis Sáenz de Heredia; personaje: parturienta); Más bonita que ninguna (Luis
César Amadori; Fany) o Un vampiro para dos (Pedro Lazaga;
Luisita).
De 1966 son La ciudad no es para mí (Pedro Lazaga; personaje: Filo); Algunas
lecciones de amor (José María Zavalza; Pupilera); Hoy como ayer (Mariano
Ozores; Basilisa); Operación secretaria (Mariano Ozores; Angustias).
El año 1967 fue uno de los más fructíferos de su carrera, rodando ocho
largometrajes. Por ejemplo: Buenos días condesita (Luis César
Amadori; personaje: Mariruxa); Aquí mando yo (Rafael Romero
Marchent; Gregoria); Crónica de nueve meses (Mariano
Ozores; Inés); Novios 68 (Pedro Lazaga; Lucía); Pero... ¡en qué país vivimos! (José
Luis Sáenz de Heredia; Rosarito); Cuarenta grados a la sombra (Mariano
Ozores; Filomena). De las más destacadas de este año fue Operación cabaretera (Mariano
Ozores), donde interpretaba a la cabaretera cantante Hipólita Lita.
También de 1967 es el -tal vez- papel de Gracita Morales más recordado: el
de Sor Citröen (Pedro Lazaga), dando vida a la hermana Tomasa, que tras
sacarse el carnet de conducir recorre Madrid al volante del Citröen dos
caballos o la burra, como lo llaman en
la película. Esta película tuvo éxito también en Italia, conocida como La corsa pazza di sorella Sprint o La suora degli Angeli.
1968 fue uno de sus mejores años como actriz de cine, al tener varios
protagonistas, siempre en compañía de José Luis López Vázquez. Por ejemplo: Long
play (Javier Seto), llamándose su personaje Greisy Morales; Operación
Mata Hari, su tercera y última película de las llamadas Operación..., dirigidas todas ellas por
Mariano Ozores, siendo en este caso su personaje Guillermina Retuerto; con su
típico papel de asistenta del hogar uno de sus largometrajes más recordados es ¡Cómo
está el servicio! (Mariano Ozores), en el que encarnó a Vicenta
Terruguilló Tolomé.
En 1969 colaboró en El taxi de los conflictos (Mariano Ozores; personaje: la chacha); Juicio de faldas (Alfredo Fraile; Engracia); Matrimonios separados (Mariano Ozores; Aurora); Pepa Doncel (Luis Lucia; Trini La Amoníaco); Los panteras se comen a los ricos (Ramón Fernández; Feli).
De este mismo año son sus papeles protagonistas en Objetivo bikini, de nuevo
a las órdenes de Mariano Ozores y con José Luis López Vázquez, encarnando a
Justina Salguero Cascajo, así como Mi marido y sus complejos (Luis
María Delgado), como Clara.
Seguiremos en la siguiente entrada con la labor artística de Gracita
Morales en el cine desde la década de los años 70, cuando su popularidad empezó
a decaer.
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