Hemos visto en entradas anteriores los inicios de la carrera de Gracita
Morales, una actriz cómica cuya vida, al parecer, tuvo más de drama que de
comedia. Seguimos repasando su carrera artística en cine, ocupándonos en esta
ocasión de sus trabajos desde los años 70 hasta su fallecimiento, a mediados de
los años 90.
Durante la década de los años 70 Gracita Morales mantuvo, en sus dos
primeros años, el ritmo de trabajo en cine, cayendo después el número de
papeles. Por ejemplo, en 1970: Una señora estupenda (Eugenio
Martín; personaje: sirvienta); Dele calor al difunto (Luis María
Delgado; Clotilde). Mayor protagonismo tuvo en En un lugar de la Manga (Mariano
Ozores), como Angustias Rodríguez.
1971 fue el último año en el que llegó a acumular un nuevo abundante de
películas, siete. Entre ellas: Si Fulano fuese mengano (Mariano
Ozores; personaje: Cleo); La casa de los Martínez (Agustín
Navarro; mujer en el supermercado); Préstame 15 días (Fernando Merino;
Petra); A mí las mujeres, ni fu ni fa (Mariano Ozores; La Chanel); Me
debes un muerto (José Luis Sáenz de Heredia; Sofía).
Su último papel protagonista en un largometraje lo tuvo también en 1971: Cómo
casarse en siete días, de Fernando Fernán Gómez, encarnando a Laura.
A partir del año 1972 descendieron su número de películas, figurando más
bien en papeles secundarios o colaboraciones y en ocasiones su imagen dejó de
figurar en los carteles de los largometrajes. El cine español iba encaminando
su paso al cine de destape, y por eso sus siguientes papeles fueron en comedias
más picantes que las que había protagonizado años anteriores. Por ejemplo, Vuelve,
querida Nati (José María Forqué, 1976; personaje: Rafaela) o Las
camareras (Joaquín Coll Espona, 1976; Ana).
La década de los años 80 estuvo activa como actriz de cine, sobre todo, en
comedias más bien vulgares y poco reconocidas por la crítica. De esta década
son largometrajes como Adulterio nacional (Francisco Lara
Polop, 1982; personaje: monja); Mi amigo el vagabundo (Jacinto
Molina, 1984; pija); El pico 2 (Eloy de la Iglesia, 1984;
Adela); La de Troya en el Palmar (José María Zabalza, 1984; dueña del
hostal); Don Cipote de la Manga (Gabriel Iglesias, 1985; madre de
Paloma); Capullito de alhelí (Mariano Ozores, 1986; Rosa).
Su último papel en cine lo tuvo en 1989, en la película Canción
triste de...dirigida por Mariano Ozores, interpretando el papel de
abuela.
Sus últimos trabajos delante de las
cámaras no fueron en su medio habitual, el cine, sino en televisión. Tuvieron
lugar en 1994 y fueron colaboraciones puntuales en el programa de Joan Monleón Dora Dora (con el personaje de Vicky),
así como en un capítulo de Los ladrones
van a la oficina (La herencia de
Escabeche), como Angelines.
Precisamente llama la atención la poca actividad que tuvo Gracita Morales a
lo largo de su carrera en televisión
(según su ficha de IMDb). Anteriormente había aparecido de manera esporádica en
Firmado Pérez (1963), El hombre, ese desconocido (1963), Novela -Amor, rapto y vizcondesa- (1963),
Confidencias (1963-1965), Tiempo y hora (1965-1967), Juegos para mayores (1971), Tarde para todos (1972), Primera hora (1974). Su papel más
destacado en la pequeña pantalla -si bien es bastante reducido- no fue cómico,
sino dramático, en la serie Teresa de Jesús (1984), en los
capítulos Cuentas de conciencia y Desafío espiritual. Menos conocido es
que intervino también en una edición del Un, dos, tres en el año 1992, en el programa cuya subasta estuvo centrada en El 12 de octubre en directo.
Más difícil de documentar en la red es la abudante actividad artística como
actriz de teatro de Gracita Morales.
Por ejemplo, en el año 1971 debutó con compañía propia, con la obra Trae usted la llave. Como aquí explica el autor de dicha obra, Juan José Alonso Millán, otras obras que hicieron
juntos fueron: Golfos de cinco estrellas,
Cuéntalo tú que tienes más gracia, ¡Anda mi madre!, Ocúpate de Amelia. En
la entrada de Wikipedia de Gracita Morales pueden consultarse las obras de
teatro en que participó. En nuestro caso, hemos podido documentar gráficamente
estas obras: Las que tienen que servir (1962),
Un paraguas bajo la lluvia (1965), Los Palomos (1966), Amando a Amanda (1980), Melocotón
en almíbar (1981), La risa está servida (Gran Compañía de Revistas de Andrés Pajares, 1983), Las mujeres sabias (1984), Los ladrones somos gente honrada (1985),
El cianuro... ¿sólo o con leche? (1985).
De su vida privada, se sabe que
estuvo casada con el pintor canario Martín Zerolo, durante la década de los
años 60, sin tener hijos. El pintor Martín Zerolo volvió a casarse, mientras que de ella no se
conocieron más relaciones sentimentales.
Su fallecimiento se produjo el 3 de abril de 1995, a causa de una
insuficiencia respiratoria, a los 66 años. Al parecer, lo hizo en el olvido y
en precarias condiciones: si tenía una pensión, era mínima, y la Sociedad de
Gestión de los Actores Intérpretes le pagaba el sueldo de su asistenta del
hogar y recibía una ayuda económica de dicha sociedad. Una de las personas que
estuvo a su cargo en sus últimos años fue su sobrina, la actriz Ana Carvajal,
que declaró en su momento lo siguiente: “Tenía
desde hace años unas depresiones tremendas y últimamente estaba muy baja de
ánimo. Se hundía y no había manera de que saliera adelante, en varias ocasiones
la llevé a especialistas y cuando terminaba el tratamiento, a veces, se
recuperaba una temporada, pero volvía a caer. Estaba mal”.
Por su parte, el dramaturgo Juan José Alonso Millán explicó así el final de sus días: “Cogió pánico a salir a
escena. Fumaba sin parar y no dejaba de beber agua. Apenas comía y dormía
poquísimo, hasta que un día decidió marcharse de aquí, sin prensa ni aplausos.
Cayó el telón al lado de su querida sobrina Ana”. Así se recogió la noticia
en algunos medios escritos, como El País,
ABC, La Vanguardia u Hola.
Como vimos en su momento, la tumba
de Gracita Morales se encuentra en el Cementerio Sur de Madrid, siendo su
epitafio Gracita Morales. 1928-1995. Una
actriz.
Cerraremos el tema de Gracita Morales en la siguiente entrada, intendo
recabar información sobre los dramas de la vida de Gracita Morales.
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